ADOLESCENTES RURALES SON MÁS POBRES QUE LOS URBANOS

  En julio del año en curso el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas publicó un estudio de 30 páginas titulado “Pobreza en la adolescencia en áreas rurales y urbanas en Uruguay”, cuyos autores son Guillermo Alves y Marina Zerpa. El trabajo se estructura en seis secciones: introducción, breve presentación del Enfoque de las Capacidades, definición de la lista de capacidades relevantes para la adolescencia en Uruguay, índice de pobreza multidimensional de Alkire y Foster, resultados de pobreza multidimensional y su comparación con los de pobreza de ingresos, para cerrar luego con la conclusión.

 

Comienza diciendo que “existe información que indica que los adolescentes residentes en áreas rurales en Uruguay enfrentan peores condiciones de vida que las de sus pares urbanos”; determina que el trabajo citado “se propone comparar las privaciones de ambos grupos poblacionales en aspectos que se entienden fundamentales para sus vidas” y adelante que “en un marcado contraste con la medición oficial de pobreza de ingresos del INE, que identifica un menor nivel de pobreza para la población rural, nuestros resultados muestran que esta población se encuentra en una situación de desventaja relativa”.

Más adelante el texto cita catorce  capacidades para el evaluar el bienestar en la infancia y adolescencia, ellas son: a) Vida y salud física: poder nacer, gozar de buena salud física, y disfrutar una vida de una duración normal. b) Amor y cuidado: poder amar y ser amado y poder ser protegido. c) Bien-estar mental: poder gozar de buena salud mental. d) Integridad física y seguridad: poder ser protegido de la violencia de cualquier tipo. e) Relaciones sociales: poder formar parte de redes sociales y poder dar y recibir apoyo social. f) Participación / información: poder participar en la vida pública y social y poder influir de manera justa, y poder recibir información objetiva. g) Educación: poder ser educado. h) Estar libre de la explotación económica y no económica: poder ser protegido de la explotación económica y no económica. i) Amparo y medio ambiente: poder ser amparado y vivir en un ambiente seguro y agradable. j) Actividades recreativas: poder participar en actividades recreativas. k) Respeto: Poder ser tratado con respeto y dignidad. l) Religión e identidad: Poder elegir vivir o no de acuerdo a una religión y una identidad. m) Autonomía en el uso del tiempo y para emprender proyectos: poder ejercer la autonomía en el uso del tiempo propio y emprender proyectos. n) Movilidad: poder moverse libremente.

Finaliza el extenso informe concluyendo que “se identificaron como las principales dimensiones relevantes para la calidad de vida de los adolescentes en Uruguay las siguientes: educación; vivienda, salud; amor, cuidado y familia; afiliación; recreación, seguridad y convivencia; estar libre de explotación; y participación y autonomía”.

“En relación a las diferencias por áreas geográficas, los niveles de pobreza” son “significativamente menores para los adolescentes residentes en Montevideo y mayores para los residentes en áreas rurales dispersas”. “A su vez la situación entre regiones del país muestra en situación desfavorecida a quienes residen en los departamentos del noreste”.

Puntualizan los técnicos autores del texto que la “mayor vulnerabilidad de los adolescentes en las áreas rurales parece asociarse a dos tipos de problemáticas. Por un lado, la existencia de una cultura con roles tradicionales más marcados, donde la adolescencia no parece ser valorada como etapa de formación y desarrollo, sino que se valora en mayor medida la inserción en el trabajo, y al mismo tiempo se encuentran fuertemente marcadas las diferencias de roles de género, lo que limita las opciones de vida tanto de las mujeres como de los varones. Si bien estos aspectos son muy profundos y de cambio lento, consideramos que existe un espacio para la incidencia de las políticas públicas, en especial en cuanto a fomentar las comunicaciones y el intercambio cultural, así como la incidencia que pueden tener en la cultura las políticas culturales y laborales”.

“En segundo lugar, debe señalarse la importante incidencia que tienen en la pobreza en el medio rural las carencias existentes en términos de infraestructura. Esto se observa en carencias en medios materiales que afectan la salud y la vivienda, así como en las dimensiones de educación y en las relaciones sociales, esta última en cuanto al acceso a los medios de comunicación más utilizados actualmente”, concluye el estudio de Guillermo Alves y Marina Zerpa.

El texto completo puede leerse en http://www.iecon.ccee.edu.uy/dt-04-11-pobreza-en-la-adolescencia-en-areas-rurales-y-urbanas-en-uruguay/publicacion/244/es/

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