CINCUENTONES / Por diputado Edgardo Rodríguez

Frecuentemente, frente al Palacio Legislativo, se vienen reuniendo y manifestando un grupo importante de trabajadores y jubilados que se ven perjudicados, cobrando una jubilación menor, por estar incluidos en el sistema de AFAPS.

En Setiembre del 95 se aprobó la ley de las AFAPS (16713). Nombres como Davrieux, Ana Lía Piñeyrua, Rodolfo Saldaín, y por detrás de ellos, Sanguinetti y Lacalle, estuvieron entre los “ideólogos “de aquella reforma.

El PIT CNT y la ONAJPU se opusieron. Se juntaron firmas para intentar derogar la ley, sin ningún resultado.

Las AFAPS, empresas privadas de seguridad social, que se creaban, lanzaban enormes campañas publicitarias y legiones de «promotoras » para tratar de afiliar a cuanto trabajador se les cruzara. Se le decía al trabajador, incluso a muchísimos que teníamos un sueldo muy por debajo del que hacía obligatoria la afiliación al sistema mixto, que debíamos, sí o sí, afiliarnos, pues , de lo contrario , nos afiliarían de oficio. Con ése pregón, repetido hasta el cansancio, y que se sigue haciendo, ahora con menor intensidad, hasta el presente, se incorporó a un contingente muy grande  de trabajadores al llamado sistema mixto. 

Hay 1.300.000 afiliados, pero no llegan a 900.000 lo que cotizan en forma regular. Esa diferencia de 400.000 (o más), son trabajadores que no tienen ingresos ni trabajo permanente y que se los afilió en alguna zafra y figuran como engrosando el régimen mixto.

Pero la realidad es más cruda.

Ya hay 37.000 jubilados por el régimen mixto y sus jubilaciones son menores que si se hubieran jubilado por el BPS. Y hay unos 30.000 » cincuentones » que se jubilaran en pocos años y que ya vienen calculando también una jubilación menor.

Ésta es la herencia. Una herencia evidente de gobiernos de derecha que vieron en la seguridad social un negocio y como tal un espacio para habilitar al capital privado a que obtuviera su lucro. Era un modelo de gobierno. Era una ideología instalada en el poder, favoreciendo a grandes inversores privados. He aquí sus consecuencias. 

El gobierno, a través del presidente Tabaré, se comprometió en una solución, enviando el correspondiente proyecto de ley.

A la interna del Frente Amplio se discute, intensamente, como de costumbre, los» pro» y los » contra «, las posibles consecuencias fiscales y económicas. Todo eso se discute, sin embargo lo que nadie en el Frente, discute, es la justicia del planteo y la necesidad de una solución.

Seguramente en los próximos días se llegará a un acuerdo y a la votación de la ley.

Habrá que destinar dinero del Estado, de todos, para cubrir el déficit que se generará al dar solución a los «cincuentones”. No habrá problema en los primeros 7 o 10 años, sin embargo luego, con el paso de los años, si habrá que cubrir el déficit. Pero, reiteramos, es de  justicia que se resuelva éste tema y por ése camino vamos.

Si ponemos 450 millones de dólares al año, para bancar jubilaciones de algunos militares que se jubilan bien y jóvenes, debemos asumir la justicia del reclamo presente.

Otro tema que está arriba de la mesa  es la necesidad de discutir toda la seguridad social. Tenemos una población envejecida, donde la relación entre trabajadores jóvenes que aportan y la cantidad de pasivos que tenemos no da buenos números. El aporte que hacen los trabajadores activos, cada vez alcanzará menos para cubrir los pagos a los pasivos. Esto es lo que denominamos relación activo-pasivo. Seguridad social es que los jubilados accedan a una jubilación mínima que sea digna, es evitar que tengamos ancianos en estado de abandono, económico y afectivo, es incluir a los discapacitados.

Se ha avanzado mucho. Las jubilaciones mínimas han aumentado por encima del aumento de los precios, pero todavía no alcanzan al nivel de decoro que aspiramos; sobran los casos de ancianos en situación de abandono y tenemos por delante la necesidad de generar inclusión laboral para los discapacitados.

Por eso urge una discusión amplia, profunda, abierta a la ciudadanía como acostumbramos desde 2005, que incorpore la bastedad de la seguridad social como sistema que debe ser sustentable 

Es un tema complejo, donde hay mucho para debatir.

Aviso a los navegantes: no se discute, no se discutirá , no estamos dispuestos, a discutir propuestas que cuestionen la igualdad de derechos y que tiendan a consolidar privilegios o que apunten a ver a la seguridad social como un negocio. No vamos por ese camino. Ya sabemos a dónde nos lleva.

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