“Tacuarembó, un pago grande”

“Tacuarembó, un pago grande” no es sólo un libro, es una invitación a conocer el departamento, una invitación para que los tacuaremboenses conozcan más de su tierra y para que los forasteros descubran su rica historia y se maravillen con el departamento que está a 390 kilómetros de la capital uruguaya. La consigna de este trabajo es resaltar el acervo de este departamento, proyectar su producción cultural, reconocer a los valores que han contribuido a la identidad nacional. El libro plasma en sus páginas personajes, esculturas y hasta paisajes que asombran y motivan a salir, ejemplar en mano, y conocer cada lugar, dónde está, quién lo hizo, cuándo. Fotografía y texto se complementan para poner en evidencia lo que quizá está al alcance de cualquier transeúnte y la cotidianeidad hace que se pase por alto.

Tacuarembó, «el pago más grande de la patria», «el país de las cina-cinas», «el corazón del país», «la patria grande», siempre se las ingenió para trascender y mostrar sus mejores galas a todo Uruguay. Sin importar los 400 kilómetros que lo separan de la capital, sobresalió desde principios de siglo cuando el Teatro Escayola estrenó obras antes que el mismísimo Solís o el Teatro Colón, de Buenos Aires. El departamento no se quedó anclado en un debate mundial que busca afanosamente encontrar el origen de Gardel, sino que mostró que tiene mucho más para dar: desde un hospital público modelo a un frigorífico que es uno de los mayores exportadores del país y que llevó su nombre a los principales mercados del mundo. Cuna de oro de escritores, músicos, artistas y deportistas, los tacuaremboenses supieron dejar su huella en la cultura nacional.
En este rincón al norte de Uruguay, la identidad cultural se funde con los quehaceres cotidianos. En cualquier esquina el visitante puede sorprenderse con una escultura, el rasgo aindiado de un habitante o la presencia de un gaucho. Tacuarembó le hace honor a su pasado todo el tiempo y los forasteros son los primeros en notarlo. Sus maravillas naturales son protagonistas de películas de la talla de Corazón de Fuego, Artigas – La redota o Miss Tacuarembó. Los tacuaremboenses han agasajado y encantado a actores como Federico Luppi, Héctor Alterio o Natalia Oreiro.
El departamento más extenso de Uruguay es polo de inversiones. Es reconocido por su producción ganadera (vacuna y ovina), arrocera y forestal. Pero más allá de coyunturas económicas, este departamento también sorprendió por saber interpretar y aplicar el modelo de integración deportiva a través del Tacuarembó Fútbol Club.

Capítulo a capítulo

1. Marca registrada. El Hospital Juan Alberto Barregué, el Frigorífico Tacuarembó, el TFC (Tacuarembó Fútbol Club), el agua tónica Paso de los Toros, el INIA o una multinacional como Weyerhaeuser hacen que el departamento trascienda sus fronteras geográficas y sea referente en Uruguay, la región o el mundo.

2. Tras la huella de Gardel. Por qué dicen que Carlos Gardel nació en Tacuarembó, quién fue el Coronel Carlos Escayola, su padre, qué impronta tuvo en su pueblo, cuál fue el entorno de su vida. Entrevista a un bisnieto del Coronel.

3. Maravillas urbanas. Arte en cada esquina, Tacuarembó exhibe a cielo abierto más de 150 esculturas y murales de artistas de renombre. De los discípulos del maestro Joaquín Torres García (Jonio Montiel) a contemporáneos tales como Octavio Podestá, Osmar Santos o Carlos Sabaño. Además una entrevista al arquitecto Walter Domingo (89), impulsor de obras tales como El Hongo, el mundo, los Centros de Barrio o el Estadio Raúl Goyenola. Paso de los Toros, San Gregorio de Polanco y una ruta de Museos completan el capítulo de Maravillas urbanas.

4. Cuna de oro. Una generación de artistas -bautizada como Grupo de Tacuarembó- surgió en el departamento y su impronta fue fundamental en la cultura uruguaya. Washington Benavides, poeta, músico y docente es señalado como el alma mater del grupo. El Bocha recuerda los orígenes del grupo, así como Carlos Benavides, Víctor Cunha, Ciro Ferreira,
Héctor Numa Moraes, Eduardo Labarnois, Tomás de Mattos, Gustavo Alamón, Circe Maia, entre otros. Dani Umpi, Cacho Labandera, Mario Benedetti, Washington Beltrán, Sylvia Puentes de Oyenard, Dumas Oroño, Marta Gularte son otros nombres que se suman a este capítulo que también está integrado por figuras del deporte como Andrés Silva, Richard Mascarañas, Ángel Pocho Brunell, Tabaré González. No faltan personalidades como el periodista Ariel Delbono o el ingeniero Leonel Viera (cilindro municipal, puente ondulado de La Barra) o Lucas Ríos (Mausoleo de Artigas)-

5. Fiestas populares. La Patria Gaucha, su origen, significado, testimonios varios. La celebración homenajea al gaucho y rescata las tradiciones. Durante una semana en Tacuarembó el pasado y el presente conviven. Fotos de aparcerías, desfile y personajes. Además la Virgen de Itatí, la Feria Ovina, artesanal e industrial de Paso de los Toros.

6. Maravillas naturales. Lugares que vale la pena conocer. Pistas de cómo llegar, descripciones y servicios. Valle Edén, Laureles, La cueva del Chivo, Pozo Hondo, Las Marmitas, las playas de Ansina, Balneario Iporá, entre otros.

7. Tacuarembó de película. La gesta artiguista, una historia de amor, el drama por mantener vivo el patrimonio, documentales sobre sus hijos pródigos o un comercial de TV. Tacuarembó, su gente y sus paisajes son escenarios de películas. De Federico Luppi a Héctor Alterio, de Natalia Oreiro a Dani Umpi, pasando por un sinfín de profesionales reconocidos, fueron cobijados por la calidez de los tacuaremboenses y los locatarios fueron testigos y hasta partícipes de historias que se cuentan en el cine. La palabra de César Charlone, Diego Arsuaga y Dani Umpi.

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