Librería MADRID recomienda: «PELOTA DE PAPEL»

Un libro de cuentos escrito por futbolistas – «Pelota de papel es un libro de cuentos escritos por jugadores de fútbol», la premisa básica del proyecto que encabezan los futbolistas Sebastián Domínguez y el uruguayo Agustín Lucas se abre paso entre prejuicios y sale a la cancha con una idea ambiciosa e inédita. El defensor de Newell’s presentó el proyecto a través de las redes sociales y también dio a conocer el plantel de «notables» que llenarán las páginas del libro. Serán 18 cuentos escritos por futbolistas o exfutbolistas/entrenadores. La nómina cuenta con el propio Domínguez que se lanza a la aventura de escribir más Lucas, poeta y zaguero del Liverpool uruguayo protagonista del documental «Tapones de Fierro», pero también cuenta con las plumas de Nahuel «Patón» Guzmán, Pablo Aimar, Gustavo Lombardi, Nicolás Burdisso, Sebastián «Papelito» Fernández, Juan Herbella, Javier Mascherano, Fernando Cavenaghi, el peruano Jorge Luis Cazulo; Kurt Lutman (exfutbolista de Newell’s y escritor autor de «El agua y el pez»), el entrenador de Racing, Facundo Sava, Rubén Capria, Jorge Valdano, Jorge Sampaoli, Juan Pablo Sorin y Jorge Bermúdez.

 

Pero los futbolistas no juegan solos en este libro que salió a las canchas en marzo y fue uno de las principales atracciones en la Feria del Libro de Buenos Aires En el texto también participaron los escritores Ariel Scher, Eduardo Sacheri, Alejandro Dolina, Juan José Panno y Reinaldo Sietecase, entre otros; más las damas -que también patean- Ingrid Beck y Paula Rodríguez (autoras de la saga «Guía inútil para madres primerizas»). Cada uno escribe un «mini prólogo» para cada cuento. Una especie de presentación del cuento y del futbolista. Y desde lo visual, el proyecto también cuenta con una selección: el artista plástico e ilustrador Domenech está a cargo de la estética y lo acompañan los reconocidos Tute, Maicas, Gonzalo Rodríguez y Costhanzo, entre otros.

«Pelota de papel» le debe su nombre a la imaginación de los niños que en la escuela, donde aprenden a leer y a escribir, debían apelar a su ingenio para jugar al fútbol en los recreos. La invitación está hecha y la pelota -de papel- comienzó a rodar.

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