Obituario: UN ETERNO MINUTO DE APLAUSOS EN LA DESPEDIDA DEL “PARAYÉ” RIVERO

Integrante de una familia de extraordinarios jugadores de fútbol, el Parayé correteó desde niño por las costas del Sandú con el mojarrero, las zambullidas en el arroyo y la pelota. Y como no podía ser de otra manera, vistió en los inicios la celeste de Fiat Lux. Después supo ser campeón departamental con Peñarol en 1961 dirigidos por Pocholo Bentancourt, evitando que Nacional completara su quinquenio con la delantera integrada por Betiño Gómez, Jabalí Sosa, Luis Cavalheiro, Parayé Rivero y Rusito Rodríguez.

La “media y media” de Estudiantes lo tuvo en sus planteles. En la temporada 1963/64 también de la mano de Pocholo fue el número 10 de la rojiblanca de Tacuarembó; campeón del Norte después de tres recordadas finales ante Rivera con la última en la cancha de Oriental, donde los riverenses “sufrieron” los goles de “O Cabelho Duro” Pelopincho Martínez.

Por ser campeones del Norte disputamos el campeonato del Interior obteniéndolo por segunda vez en la historia integrando aquella delantera inolvidable: Amílcar Colé Ferráz, Luis Bentancourt, Walter Burro Granada, Gil Parayé Rivero y el Pelo Néstor Martínez o el Canario Agustín Ramos. Y en el lateral derecho otro Rivero, su hermano Agapito. Llamado por el Danubio Fútbol Club bajó a Montevideo junto a Pocho Brunel, Walter Granada y Juan José Core.

En los recuerdos futboleros de esta familia nos debemos remontar a la década del 50, para encontrarnos en la línea media de la selección de Tacuarembó (aquella de la rojiblanca a bastones) con Caracol Rivero, el Gallego Camaño y Luis Pedrozo. Más acá en el tiempo también Rogelio Rivero supo vestir con solvencia la rojiblanca de Tacuarembó. Gil Rivero volcado por la izquierda del medio campo fue el estratega de Pocholo con la rojiblanca, era el que balanceaba el funcionamiento del equipo: ayudaba a la línea media en la recuperación y luego lanzaba a los delanteros para que por los extremos de la cancha “volaran” y con el centro atrás, encontraran la solvencia del Burro Granada para ingeniarse en el área con el gol.

También más de una vez su temible remate de media distancia quemó las piolas de los arcos rivales. Vale recordar aquellas finalísimas entre Estudiantes y Nacional, que el torneo se definió con un gol de tiro libre del Parayé frente al arco del velódromo defendido por Gologof y la “media y media” fue campeona.

Hoy les metió las últimas asistencias al Colé, al Burro y al Canario y se despidió en el vestuario del Gorrión, el Tabaré, el Pocho, el Hormiga, el Turco Core, su hermano Agapito, el Cacho Barrios y el Flaco Barboza, antes de irse a encontrar con el Luis Bentancourt, el Pelo Martínez y el Negro Pereira. Hoy que los homenajes de despedida ya no son de silencio, los Tacuaremboenses lo homenajeamos con una atronadora ovación mas que merecida, que al Parayé con su natural modestia quizás lo sorprenda, pero como jugador de equipo que supo ser, los distribuirá entre todos los que con él nos hicieron vivir jornadas deportivas de triunfos gloriosos.

Porque las emociones no mueren y se siembran en la nostalgia de los hombres, el hacedor de las proezas vive imperecederamente en la memoria de los hinchas.

Gracias Parayé!!!

LUIS ANGEL INTHAMOUSSU

linthamoussu@hotmail.com

– Gil Rivero Batista, falleció en Tacuarembó el 18 de abril de 2015. Había nacido en la misma ciudad el 1º de setiembre de 1937.

FOTO: Formación de la final en el Mario Sobrero de Rocha.
Arriba: Gorrión Álvarez, Ariel Barboza, Pocho Brunel, Agapito Rivero, Cacho Barrios, Negro Pereira y Tabaré Gonzáles.
Abajo: Colé Ferráz, Luis Bentancourt, Burro Granada, Parayé Rivero y Canario Ramos.
También jugaron durante el campeonato Hormiga Umpierrez, Juan José Core y Pelopincho Martínez.  Mascota: Julio Vigneau.

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