PROYECTO DE NUEVO IMPUESTO AGROPECUARIO

Me parece justo que los productores agropecuarios, principales usuarios de los caminos vecinales, colaboren con el mantenimiento y mejoras de los mismos. Y me parece justo que pague más quien más utiliza dichos caminos. Ahora bien, la utilización de la caminería no se relaciona al tamaño de los predios. Pagamos los peajes en las rutas nacionales sin chistar para que mantengan en buen estado las rutas, pagamos las patentes de los autos para que se mantengan las calles de la ciudad, entonces ¿por qué  no pagar para lograr tener buenos caminos vecinales?
Por otro lado me parece que el que tiene más debe pagar más, y las grandes extensiones deben de pagar más que los medianos y pequeños, pero esto se soluciona retomando el impuesto al patrimonio a las explotaciones agropecuarias, como existió entre 1996 y el 2000. Toda empresa de industria y comercio paga el 1,5% de impuesto al patrimonio, entonces porque no aplicarlo a las empresas agropecuarias de mayor tamaño. Debería aplicarse a partir de algún mínimo y con tasas progresivas, como el impuesto al patrimonio a las personas físicas. Tomar los valores fijados por Catastro para los inmuebles y un porcentaje de los mismos para el cálculo de los semovientes. Lo que quiero decir es que la forma de cálculo debe de ser simple.
En cuanto a la forma de obtener los recursos para el mantenimiento de los caminos, propongo lo siguiente: La base del cálculo y control del nuevo impuesto ya está prevista en el Capítulo III del Decreto firmado el 4 de septiembre del 2001, referente a las empresas que prestan servicios de transporte terrestre de carga. El Capítulo III prevé la  creación de la guía de carga, la cual debería contener: identificación  del transportista, identificación del contratante del servicio, datos del vehículo y del chofer, origen y destino de la carga, etc. En esta guía se puede especificar los kilómetros recorridos por caminos vecinales y al tener el dato de la capacidad del vehículo se puede estimar las toneladas transportadas y en función de estas dos variables cobrar el impuesto. El control del pago del impuesto lo deberían realizar las intendencias, de la misma forma que hoy lo hacen con la ley 12.700 (semovientes). Debería de preverse también un estricto control por parte de un auditor externo a las intendencias de que el 100% de lo recaudado se vuelque en caminos rurales.
Lo importante es que el contribuyente vea que lo que pagó de impuesto se transformó en un beneficio. Me refiero a que con mejores caminos, se abaratan los fletes, aumentan las comunicaciones, se hace más fácil trabajar en el campo,  se puede aumentar la producción pudiendo llevar técnicos o profesionales con mayor facilidad. Estoy seguro que si se logra un mecanismo transparente y todas las partes cumplen, el beneficio será mayor a la pérdida por el pago del impuesto. Por otro lado la puesta en práctica de la guía de transito ayudará a regularizar más aún el transporte profesional de carga.
Lo anteriormente expuesto es una modesta idea que realizo con la intención de colaborar a llevar a la práctica una idea, que descarto, todos estamos de acuerdo. Es innegable que el estado de los caminos vecinales es lamentable y que el sector forestal y agrícola son quienes más lo utilizan, entonces deberían colaborar con su mantenimiento.
Cr. ELBIO PIREZ GARCÍA

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