Transcurridas las elecciones departamentales y municipales del 2015, y a la luz de los resultados, pese a algunos elementos diferenciales que son particulares en cada instancia electoral y que en esta no fueron la excepción, en el departamento de Tacuarembó fueron más las confirmaciones que las sorpresas, y las continuidades que las rupturas. En términos generales el Partido Nacional nuevamente fue el triunfador de las elecciones por un margen electoral importante que lo mantiene muy alejado de sus principales competidores, y tal como ocurre desde las elecciones del 2000 el Frente Amplio nuevamente confirma su rol de principal actor opositor por fuera de los limites partidarios, y esto es dicho de esta forma debido a que no se debe desconocer la particularidad del sistema electoral departamental y del instituto del Doble Voto Simultaneo que permite que dentro de los partidos existan verdaderas oposiciones que funcionan casi como partidos políticos diferentes.
Por su parte el Partido Colorado, si bien ha demostrado en esta elección señales de recuperación y un leve crecimiento que le permitió aumentar su presencia en la Junta Departamental, deberá demostrar si esto solamente fue el fruto de una oferta electoral diferente o es el inicio de un proceso de recuperación.
Partido a partido no hubieron grandes sorpresas, el Partido Nacional triunfó, el Frente Amplio se consolidó en la oposición y se fortaleció aumentando su votación aunque no haya logrado disputar con chances la elección, y el Partido Colorado se mantuvo en clara inferioridad pero con algunas señales positivas que van de la mano de actores que se presentan como la renovación dentro de un sistema político con actores ya conocidos por su trayectoria y participación. Por lo tanto realizando una mirada global podemos detenernos en algunas consideraciones que merecen destaque, me refiero a que desde la salida de la Dictadura esta elección fue, junto a la del 2005 en la que se produjo la mayor volatilidad electoral entre bloques (Tradicional – Desafiante) entendida esta como los cambios netos de participación en los votos de los partidos, donde hay que destacar que en ambas elecciones (2005 y 2015) no se presentaba el intendente de turno en la contienda, siendo esto uno de los factores explicativos según diferentes investigaciones, de la fuga de votos en el 2005 desde el Partido Colorado hacia el Frente Amplio principalmente, aunque también el Partido Nacional recibió una parte inferior de ellos, y desde el Partido Nacional al Frente Amplio y en menor medida al Partido Colorado el 10 de mayo pasado. Por lo tanto se puede establecer que hasta las elecciones del 2005 el PN y el FA se nutrían de votos colorados, destacándose que en la elección del 2005 el último contingente importante de votantes del PC se movilizo hacia el FA, y que en estas elecciones del 2015 quienes engrosaron las filas de los otros partidos fueron los votos emigraron del PN a nivel departamental.
Dentro de cada uno de los tres principales partidos que se presentaron a la elección, y sin tener en cuenta en el análisis a Asamblea Popular, la mirada merece algunas apreciaciones generales que explican algunos elementos del análisis.
En el PC se reafirma muy tímidamente lo que había ocurrido en las elecciones departamentales del 2010, donde se había obtenido un leve crecimiento (500 votos aproximadamente) respecto a la elección anterior, y que en estas elecciones se confirma con un mayor pero aún escaso crecimiento en términos relativos (1000 votos aproximadamente). Lo que queda planteado, teniendo en cuenta que la agrupación que crece dentro de este partido es la liderada por la Diputada Montaner aún sin estar presente como candidata, es si este proceso marca una nueva etapa o consolida lo ya existente.
En cuanto al FA, por un lado se debe destacar que obtuvo un importante crecimiento, similar al obtenido en las elecciones del 2005, pero que en la elección siguiente se estancó y no mantuvo el proceso de crecimiento acelerado que parecía comenzar. El desafío está planteado en esos términos, de forma tal que las elecciones departamentales sean verdaderamente competitivas y el FA pueda presentarse con chances reales de obtener el Gobierno Departamental.
En cuanto a su interna, en el FA, se consolida el Diputado Edgardo Rodríguez como líder indiscutido del partido a nivel departamental, tras haber obtenido durante tres elecciones consecutivas el cargo electivo nacional que al partido correspondió, y luego de sumarle a ello algo que no había podido lograr en el período electoral 2009 – 2010 donde luego de haber logrado la banca de Diputado, siete meses después es derrotado dentro de su partido por Rudyard Esquivo en la competencia por las departamentales del 2010. Esta vez, confirmando su liderazgo dentro del frenteamplismo, Rodríguez supera ampliamente a todos los demás competidores de la interna, afianzándose como el principal exponente dentro de la oposición.
Por su parte la explicación del desempeño del Partido Nacional, encuentra respuesta por un lado en la perdida de apoyos de uno de sus dos sectores, específicamente en el históricamente liderado por la figura de un líder carismático que mantuvo siempre dentro de su grupo la expectativa de llegar al poder triunfando en las elecciones, planteando la competencia intrapartidaria como la verdadera competencia electoral departamental. Los motivos de acción o reacción que llevaron al fuerte mantenimiento del liderazgo de Sergio Chiesa no son motivos de análisis en este artículo pero lo cierto es que la ausencia de esa polarización interna que durante décadas el PN sostuvo entre Chiesa – Da Rosa, Ezquerra parece explicar por lo menos en parte la fuga de votos del partido. No obstante ello debemos tener en cuenta que dicho grupo liderado hoy por el Dr. Alfredo de Mattos sigue siendo significativo y relevante, ya que los apoyos obtenidos en esta última elección son similares a los obtenidos por el FA como partido en la elección del 2010, y contando con una importante bancada de Ediles en el legislativo departamental.
Por otro lado, el Dr. Eber Da Rosa finalmente fue electo Intendente Departamental con una particularidad muy importante que va mas allá del crecimiento que logra su sector en la interna nacionalista, Da Rosa se transforma a partir de su elección del 10 de mayo, en el Intendente electo con mayor apoyo popular en la historia del departamento de Tacuarembó obteniendo más de veinticinco mil votos a su candidatura. Era un candidato conocido, que recoge altos niveles de simpatía y popularidad, que además cuenta con la trayectoria de una agrupación fuerte, que ya gobierna el departamento y quien lo hace en nombre de ella, el Prof. Wilson Ezquerra recibe niveles de aprobación cercanos al 71%, por lo cual mostrarse en cierta medida como continuador de una forma y filosofía de gobierno ya implantada en lo departamental era un elemento estratégico que favorecía su candidatura, y sumado a esto su trayectoria y carisma fueron elementos decisivos en su triunfo.
Con los datos de las elecciones ya definidos, lo que quedaría por ver es que tipo de alianzas, estrategias y comportamientos afloran en el desempeño de la función política de los diversos actores, donde seguramente se construyan eventualmente coaliciones y acuerdos, pero que tendrán siempre como trasfondo el posicionamiento deseado para enfrentar los comicios dentro de cinco años, donde la principal interrogante será sin dudas, si la utilización del Sistema de Doble Voto Simultaneo le sigue permitiendo al PN centrar la disputa electoral a la interna del partido, o si por el contrario se cumplirá la afirmación del politólogo francés Duverger, el cual sostiene que donde existe el sistema de mayoría simple para elegir a los ejecutivos uninominales, el sistema de partidos tiende al bipartidismo, efecto que hasta ahora en Tacuarembó venía siendo anulado por la fraccionalización interna de los nacionalistas.
(*) Licenciado en Ciencia Política – Máster en Estudios Políticos Aplicados –
pedro_permanyer@hotmail.com
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