“EL INDIO BARRETO”: Un gaucho por Europa / Por Hamid Nazabay

En la madrugada del 9 de setiembre en Castellón de la Plana, España, falleció a los 85 años el cantor y recitador uruguayo “Indio” Barreto. La noticia no ha trascendió en nuestro país. El cantautor Ricardo Comba, muy amigo del “Indio”, trasmitió la información a quien suscribe y –anteriormente– a Numa Morares e Israel Ferraro, que en sus respectivos programas radiales lo recordaron e irradiaron algunas de sus interpretaciones. Nos creímos en el deber de sumarnos a ese recuerdo, acercando algo de este artista que hacía varias décadas vivía en España y que fue casi totalmente olvidado en el Uruguay.

El “Indio” Barreto, Ángel Roque Barreto Ojeda, había nacido en 1930, en Pueblo Porvenir, Departamento de Paysandú.

Su rostro, elocuente de rasgos indígenas, deja traslucir la estirpe de una raza confluyente de sangres, que acusa el mestizaje indio y español, configurando a un criollo, a un prototipo gaucho, de lo que hacía usanza en su vestimenta, costumbres y conducta.

Comenzó a cantar en sus pagos, hasta que salió con guitarra a la espalda a recorrer caminos; un lugar obligado para dejar su música eran las escuelas rurales. En la década del ’60 era común encontrar a este buen cantor en la vinería Teluria, haciendo su repertorio: en general de canciones argentinas sumadas a recitados de poetas orientales. Además de ser un gran cantor, tocar la guitarra y recitar, tocaba el bombo legüero, bailaba y zapateaba.

En esa época la música de proyección folklórica argentina estaba en la cresta de la ola en popularidad; muchos uruguayos se plegaron a ello, cantando lo del vecino país. En esa tónica, Barreto grabó un Long Pay para el sello Antar, en 1963, titulado simplemente como su pseudónimo (PLP 5034). Este desaparecido sello editaba intérpretes uruguayos solistas que estaban impulsando una canción uruguaya, como Roberto Rodríguez Luna, Osiris Rodríguez Castillos, Amalia de la Vega, Anselmo Grau, Daniel Viglietti, Los Olimareños, entre otros, y conjuntos, que si bien eran uruguayos, hacían repertorio argentino con la inclusión de algún tema de creadores nuestros: Los Carreteros, Los Estrelleros, Los Salteños, Los Bardos, Los Tarumeños, etc.

En ese catálogo estaba Barreto, que –hasta donde sabemos– en el Uruguay sólo grabó este disco. Aparecen allí clásicos argentinos como la zamba “La López Pereira”, o la “Chaya del caminante”, etcétera; así como “Malambo” donde él se luce en los zapateos, o los recitados de “El brujo” de Osiris y “Soy oriental” de su autoría, entre los demás temas. Por entonces este disco se difundía bastante en radios. Para cuando el canto popular propiamente uruguayo comienza a manifestarse, al menos en su versión de “canción protesta”, Barreto emigró, desapareciendo del ambiente artístico y dejando de ser recordado. Eso fue a fines de los ’60; inicialmente, según parece, primero se fue a Brasil, y a la postre a España. En aquel país europeo trabajó mucho artísticamente.

Incluso ayudó a que algún compatriota se afirmara ante aquel público, tal fue le caso del mencionado Comba, con quien formaron un dúo incidental y actuaron en locales nocturnos y en la televisión de Barcelona. Se casó con una española, con ella tuvo un restaurante donde recibían cantores.

En 2002 grabó el CD “Me presento cantautor” (editado por E. G. Tabalet), donde versiona canciones argentinas –se destaca la buena versión de “Alfonsina y el mar”–; temas suyos: como el que da a título al trabajo, una milonga de tipo payadoril cantada con maestría; y recitados de Osiris y Yamandú Rodríguez. Es de destacar que cuando grabó esto, con más de 70 años, la calidad vocal no había mermado.

El último tiempo, venía con algunos problemas de salud. En determinado momento se requirió de una internación. Después de una leve mejoría, terminó falleciendo el 9 de setiembre. Afortunadamente ha quedado alguna grabación de este artista. A su vez, existe una canción en décimas que lo recuerda y pinta como tal. Esta, de autoría de Ricardo Comba, fue grabada por éste en 2009 en el CD “Somos” (editado por Ombú-Tacuabé, O/E 005). Dejamos aquí una décima, a modo de despedida y homenaje al sanducero cantor:

“Indio”, compadre cantor,

Don Ángel Barreto Ojeda,

el del corazón de seda

y la gran voz de tenor.

Con tu bombo soñador

seguirás siempre en la huella

cantándole a las estrellas

y a mil recuerdos lejanos,

mientras dibujan tus manos

poemas como centellas.”

*Agradecemos a Ricardo Comba por el aviso y el aporte de fotos e información.

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