El ex director del Grupo de Investigación de Arqueología Forense (GIAF), el tacuaremboense José María López Mazz, sostuvo que existe impericia en la búsqueda de los desaparecidos y que “razones políticas”, por encima de las científicas, impiden avanzar.
Con la experiencia de haber estado diez años al frente del GIAF, ¿cómo se evalúa la búsqueda de restos de detenidos desaparecidos?
– Cada profesional le da una orientación, y son diferentes contextos. Es un trabajo muy intenso, donde los políticos están todo el tiempo viendo de qué manera sacar provecho y de que manera se desentienden cuando tiene un costo político. Y Familiares es un grupo muy heterogéneo, que tiene un ala radical. Uno de ellos dijo que encontrar a los desparecidos no era la prioridad. Quedé sorprendidísimo, creo que el gobierno no leyó bien lo que él declaró. Siempre defendí que el científico tiene que ser equidistante. Saber que estamos haciendo con la Justicia, pero que no somos la justicia; tenemos que ser solidarios con los familiares, pero no tener la demagogia de apropiarnos de su discurso. Ayudar a la prensa a comunicar, porque la gente tiene derecho a saber – esto siempre está rodeado de un secretísimo que le hace un pésimo efecto – pero no somos la prensa. La equidistancia la defendí como una cuestión de independencia científica. Luego de que me fui, el grupo que quedó priorizó tener gestos políticos.
¿Cómo fue la relación con los gobiernos del Frente?
– El gobierno hizo confianza y tercerizó el trabajo de búsqueda en la Universidad. Siempre defendí que el grupo de investigación estuviera comprometido con la independencia, con la excelencia. La verdad es la verdad y no hay que tenerle miedo. Siempre tomé decisiones con toda libertad.
¿Qué balance hace de su trabajo?
– La historia me está absolviendo, creo. Porque ya van dos años y no hay grandes cambios. Siempre hice mi trabajo a cabalidad. El problema es que los políticos tienen una relación ambigua con la ciencia. Les sirve hasta que no saben si les sirve.
¿Fue esa independencia la que determinó su salida?
– Absolutamente. No hay que olvidarse que había una elección universitaria y una elección presidencial, y sobre este tema había mucha especulación acerca del efecto que podía tener, y mucha susceptibilidad. Además, no tengo que discutir con un abogado dónde excavar y dónde no excavar. Todos nos peleamos por el uso simbólico del pasado. No me fue por problemas con Presidencia sino con abogados de Familiares que pretendían recortar mi independencia científica, que no la transo. La ciencia no es de izquierda ni de derecha.
Un punto de quiebre fue la llamada “Operación Zanahoria.
– Nunca tuve problemas con los jueces. Eso es mentira, fue parte de una estrategia para sacarme. Me di cuenta que molestaba y me fui. Ahora están excavando en un lugar que está recontra excavado y donde teníamos todo preparado para excavar, en los galpones del Servicio de Material y Armamento, hay una valoración política de que no hay que hacerlo.
Felipe Michelini, coordinador del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, sostiene que los informes técnicos y los testimonios desaconsejan romper.
– No es tan así. Hace años quedó todo pronto para que se hiciera ese trabajo, hablé con el ex ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro y con el juez Pedro Salazar. Si había anomalías había que romper, es tan simple como eso.
¿Por qué cree que no se hizo?
– No sé, ya no estoy. Lo que sí sé es que había razones que no eran científicas. Quiero que alguien me muestre las razones científicas, no soy un necio. Si hay un informe quiero verlo. Esa información, como la de los archivos, es necesario que sea pública porque el secretismo no ayuda a nadie.
¿Cree que hay que seguir excavando?
– Los georradares dan anomalías, después hay que romper el piso para saber si es un caño, o lo que está buscando. El no hallazgo también es un dato positivo, te muestra que no estás en una zona cierta. Excavar es una manera de saber la verdad. Se equivoca Michelini cuando dice que no hay que excavar sino saber la verdad. ¿Cómo hubiéramos sabido que nos estaban dando “carne podrida” en el caso de María Claudia (García de Gelman) sin excavar?
¿Por qué se interrumpieron las excavaciones en el Batallón 13?
No puedo creer que se haya interrumpido por una munición, porque en el Batallón 14 encontramos muchas y nunca se interrumpió. El Ejército no va a dejar volar a su personal. Para mi es impericia.
Extraído de Búsqueda Nº1887
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