“Viven en ranchito de madera, costaneras o nylon, un día se enfrentaron al destino de no tener donde vivir y optaron por construirse sus propias “casitas precarias”, y de estar una junto a la otra surgieron los `asentamientos´, y allí están entre el agua y el barro, luchando por su lugar en el mundo. Todos ciudadanos uruguayos. Una política neoliberal los fue arrinconando a esos lugares. Pero en Tacuarembó, un día a los vecinos del asentamiento “La Isla” se les ocurrió que unidos podrían lograr algunas cosas para mejorar sus condiciones y echaron a andar. TACUAREMBO 2000 entrevistó a Adriana Barboza (28) una joven que vive junto a su esposo y sus dos hijos “una nena y un varón, mi nena tiene problemas de pecho, y con la humedad es complicada, más en mi vivienda porque estoy en un pozo, los pisos vierten agua y cuando llueve viene toda el agua, cuando vino me llegó hasta la mitad de la casa y no avisó…”, nos dice. Ella es la presidente de la Comisión de Vecinos de La Isla, el asentamiento donde habitan 43 familias”, este texto daba comienzo al reportaje realizado en la edición de junio de 2010 de nuestra revista. Hoy ADRIANA SOLEDAD BARBOZA FERNANDEZ (33), madre de un varón de 15 y una niña de 10, continúa en su cargo de presidente de los vecinos de La Isla y derrocha alegría al recibir las llaves de las viviendas que construyó el vecindario con sus propias manos.
Adriana, además de su felicidad siente “también con un poco de nostalgia porque pasamos muchas cosas en nuestros ranchitos, que hoy están totalmente en el suelo. Contenta porque después de más de 3 años de construcción y un año y medio de papeleos, tenemos la alegría de recibir nuestras viviendas”.
¿Cómo fue la tarea de la construcción?
-Pasamos muchos altibajos, fue una experiencia buenísimas en el tema de trabajo. Era una construcción que tendría que llevar un año y medio que era lo previsto pero se llevó 3 años y medio y a empujones.
¿Cómo fue la participación de las mujeres en este proceso?
Estoy hablando de casi un 100%, porque los hombres tenían que salir a trabajar para traer el pan para su familia y las mujeres trabajábamos acá, hay muchas madres solteras.
¿Cómo se vislumbra la convivencia de los vecinos en esta nueva condición habitacional?
Desde antes ya era muy buena la convivencia, ahora las casas ya están pegada puerta por puerta. Es que más que vecinos somos una familia grande.
Adriana Barboza nos trasmite la felicidad de los niños por estar “cada uno en su cuarto” y recalca “lo precioso que son las viviendas tienen mucha capacidad son de 2, 3 y 4 dormitorios. La construcción responde a cada núcleo familiar, es muy confortable. Reconoce la joven que para el grupo comienza una nueva vida y dice “que siempre fue un asentamiento, a pesar de tener 43 familias, de gente trabajadora, gente que lamentablemente por circunstancias de la vida, gente changadora que no podía tener un trabajo estable entonces no poder encontrar un terreno y todos los meses pagar una cuota. Entonces llegamos a esto, lamentablemente de estar en un asentamiento, pero acá toda la gente tiene su trabajito. Esta casa es la ilusión de una vida y la van a mantener limpita con buena convivencia”. Las viviendas están habitadas desde el lunes, se previa el desalojo y el realojo en tres días pero “la ansiedad era tan grande que lo hicimos el propio lunes”.
¿Lejos de la lluvia y la humedad?
Lejos de la lluvia, la humedad y de la inundación, porque el agua nos llegaba hasta la mitad del cuerpo y no se podría entrenar nada porque los muebles se descomponían, los gurises se enfermaban, había ratas, víboras. Suena feo pero era la realidad que vivíamos. Hoy tenemos higiene hay una casa decente, cosa que te da ganas de seguir adelante y transmitirle a las personas que están en situaciones carentes que vale la pena unirse para salir adelante que busquen soluciones que las hay.
La presidente de la Comisión de Vecinos de La Isla no escatima agradecimientos “de corazón al Ministerio de Vivienda, a Augusto Sánchez, a la Intendencia Departamental, a Pablo Valerio, a Lucía del Ministerio, a los ministros que han estado, a UTE, a OSE, a Álvaro Ribeiro, a los capataces Rafael Soto y Juan Alanís, a todos los oficiales y a muchísima gente involucrada en todo esto”.
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