“Como un jazmín del país anduvo sonando ahí, más allá de las adversidades que tuvimos” – El cantautor tacuaremboense se presentó en un espectáculo en la Sala Zitarrosa de Montevideo al cumplirse el 40º aniversario del lanzamiento de su canción “Como un jazmín del país”, que la compusiera junto al poeta coterráneo Washington Benavides. También su larga duración “Lo mejor de Carlos Benavides” obtuvo la categoría de disco de oro. En entrevista con elobservador.com.uy “el artista repasa el proceso creativo y la importancia de esta canción en su carrera”.
¿Cómo fue la grabación de la canción que se homenajea y la colaboración de Zitarrosa?
– Gracias a Carlos Martín, un periodista de CX30 que nos comunicó con el sello Sondor, a quienes les trajo una cinta mía grabada en radio Tacuarembó. Y ahí salió la posibilidad de grabar. Me acompañaron Eduardo Larbanois, Eduardo Lago y Carlos da Silveira. Recuerdo que Alfredo Zitarrosa fue muy importante para nosotros porque antes de grabar fue a la casa de Washington Benavides porque quería grabar canciones de él en Buenos Aires. Ahí lo conocimos y para mí fue un sueño cumplido porque era, y es, uno de los referentes. Y me acuerdo que cuando escuchó la canción por primera vez se le cayeron las lágrimas. De ahí en adelante Alfredo se puso la mochila de la responsabilidad de nuestro canto, y nos ayudó. Para la grabación aquí en Montevideo nos prestó su guitarrón, que nunca lo sacaba de la casa, no se lo prestaba a nadie. Íbamos a su casa y nos ayudaba. Siempre fue un oído solidario.
La canción tiene letra de Washington Benavides, ¿era algo que ya tenía de antes o la elaboró específicamente?
– Cuando fui a trabajar con él, Washington ya hacía tiempo que estaba trabajando con otros músicos. Aquello era como un taller, nosotros íbamos a su casa después del estudio y él ahí tenía los textos y se los daba a cada uno. Íbamos a los cuartos de la casa y trabajábamos la melodía que después poníamos en común, para hacerle correcciones. Y así fueron saliendo muchas canciones, por ejemplo la mayoría de las que están en el disco de oro. Y lo que sacamos en conclusión es la responsabilidad, el estudio y el trabajo. No hay que dar nada por sentado, hay que trabajar y estudiar. Esa fue la enseñanza que sin pretenderlo nos dio Washington.
¿Qué importancia diría que tuvo la canción en su carrera?
– Fue fundamental. Fue la llave que abrió todos los corazones, más allá del público que fue a los espectáculos y compró los discos, me permitió conocer a mucha gente excepcional, que en este momento son mis amigos. En un período que era medio bravo, “Como un jazmín del país” anduvo sonando ahí, más allá de las adversidades que tuvimos. Y no puedo dejar de cantarla, primero porque es mi profesión, para mí subir a un escenario es un halago. Y después porque si la gente la pide no le podés faltar el respeto y decir “no la canto”.
Se habla de que la canción fue un símbolo durante los años de la dictadura, ¿considera que fue así?
– Sería un poco soberbio si aceptara eso. Fue una de las tantas que sumaron para que la gente empezara a salir de sus casas. Puede haber sido una de las tantas que ayudó a la gente a soportar la represión, no solo física sino también del miedo a salir de casa. Si otros lo dicen, yo lo acepto, pero a mí me parece que sería dejar de lado a muchos otros artistas que hicieron canciones maravillosas en esa época. Pero si ayudó en algo a la gente, con eso me conformo.
– Carlos Benavides nació en Tacuarembó el 31 de Enero de 1949. En su pueblo estudió guitarra con Ricardo Rodríguez Cruz y en el Conservatorio Municipal con Domingo Alvarenga; en Montevideo con César Viglietti y Hugo Mondada. Luego se dedicó de lleno a la Canción Popular en su doble dimensión de cantor y autor.
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Al cantautor Carlos Benavidez se le otorgó el Disco de Oro por su CD «Lo mejor de Carlos Benavides» (Sello Sondor). Pocas veces se otorga con tanta justicia dicho galardón. Carlos es un admirable neofolklorista, puntal del Canto Popular Uruguayo. Modesto y siempre dispuesto a compartir con su guitarra y voz en cuanto acto benéfico se le invite. Ha recorrido el mundo con sus canciones, pero ahí está en su barrio de la rambla, con su familia, con sus amigos, siempre dando una mano por su Frente, siempre brindándose donde fuese que hay que poner el alma y el arte auténtico. Bravo, Carlitos bravo «Sapito» cantor.
Washington Benavides
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COMO UN JAZMÍN DEL PAÍS
Dijo el muchacho a la moza:
desde el comienzo te vi;
en el sueño, en la vigilia,
como un jazmín del país.
Perfume de la alta noche,
pequeña flor constelada,
en el patio con aljibe
y en mi corazón, guardada.
Yo me voy con Aparicio,
sé que otra divisa labran
tus manos, y llevarán
los varones de esta casa.
Yo me voy con Aparicio,
pero mírame a la cara,
que lo que voy a decirte
se dice una vez y basta.*
Sólo una cosa podría
detenerme, una palabra;
di que me quede y me quedo,
jazmín del país, muchacha.
Ella lo miró a los ojos,
pero no le dijo nada,
y nada dijo después,
cuando cayó con Saravia.
Perfume de la alta noche,
pequeña flor constelada,
en el patio con aljibe
y en mi corazón, guardada.
W. y C. Benavides
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