Payador de presente y futuro – GABRIEL LUCENO* / Por Hamid Nazabay

Gabriel Luceno es de los payadores más jóvenes del Uruguay. Es parte de la generación que renueva el arte del payador, el que tiene en la región siglos de historia.

Actualmente no surgen en el país jóvenes que practiquen la disciplina de la improvisación. En este sentido, Luceno es el abanderado que porta la renovación del género y la preservación de este tipo de canto.

Así, se suma por su calidad a la nómina de aquellos payadores legendarios, de aquellos payadores completos, que no sólo cantaban de contrapunto enfrentando a otro contrincante, sino que además componían canciones, escribían poemas y tenían un muy buen manejo de la guitarra.

Él, más allá de tener una impostada voz y escribir interesantes poemas, es un excelente ejecutante guitarrístico, recuperando ritmos y “bordoneos” que corren riesgo de extinción.

Es destacable el respeto y la valoración que este joven tiene por la historia de la payada y por los referentes que de ella existieron, aspecto que lo llevó a vincularse con importantes colegas mayores que él y hasta a versionarlos en grabaciones.

Estamos ante un artista que tanto en lo compositivo, autoral e interpretativo, es de gran calidad, apostando a un género musical rural no tenido en cuenta muchas veces por los medios de difusión y producción artística, elementos que alejan a la gente de la posibilidad de apreciarlo.

Gabriel Enrique Luceno Carnales nació el 24 de abril de 1975 en Melo; su familia era de origen rural, de la zona de La Mina (Departamento de Cerro Largo).

Comenzó a cantar a los 4 años de edad, iniciando sus estudios musicales a los 12. Estudiaba guitarra con Aníbal César Martínez, payador de Florida radicado en Melo. Esta figura docente sería muy importante para él. Porque lo vinculó a un programa radial, captó y estimuló su habilidad para improvisar (al oírle una cuarteta) y fue su primer contendor en una payada en público en Zanja Honda (Departamento de Rivera).

En 1980 Gabriel hizo su presentación en la Criolla del Parque Roosevelt.

En 1990 se radica en Montevideo, donde continuará su formación musical con el ilustre payador canario Élido Cuadro Delgado.

En el ’91, como integrante del grupo Vocal 5, obtuvo el primer premio en el 14º Festival de la Música organizado por UTU. Ese año participa del trabajo fonográfico colectivo “Nueva Savia” (Sondor).

Nuevamente, en el festival organizado por UTU, obtuvo una premiación, esta vez en 1993: en la categoría solista se alzó con el segundo premio. Desde ese año hasta entonces participó en la Criolla del Prado de Montevideo.

En 1998 editó el trabajo discográfico “Emblema”.

Durante la década del 2000 participará de los grandes festivales de canto del país, en algunos casos obteniendo premios y distinciones.

A partir de 2001 actuó por varios años en el Festival de la Patria Gaucha de Tacuarembó y en el Festival de Durazno. En este último había obtenido el primer premio en la categoría Payadores en el 2003. Al año siguiente, en Paysandú, también fue ganador en le Festival de la Copla y el Corcovo.

Desde el año 1996 ha participado de encuentros de payadores a nivel nacional e internacional, teniendo destaca actuación. Se ha presentado, además, artísticamente en Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, Colombia y Perú, circulando por radio, televisión, festivales y centros educativos diversos.

Discográficamente –a parte de los trabajos colectivos editados en Uruguay, Argentina y España en que estuvo presente–, ha editado: “El vuelo de mi voz” (2005), “Payadas en vivo” (2008), “Las reliquias de mi pago” (2009), “Esquina, Tango y Milonga” (2011) y “Bajo la Cruz del Sur y de los Tangos” (2015).

Desde el punto de vista audiovisual fue parte del documental “Juglares del mundo” (Productora Lagunas – Buenos Aires) y, en 2011, de la película uruguayo-española “Artigas: La Redota” (de César Charlone) junto a los payadores José Silvio Curbelo, Gustavo Guichón y la payadora Mariela Acevedo.

Más allá de los aspectos musicales, como decíamos, siempre cultivó el ejercicio poético, gracias a lo cual tuvo también distinciones en concursos literarios.

Últimamente ha incursionado en la actividad docente en centros de educación media y de educación no formal, realizando talleres de versificación y sobre las herramientas artísticas del payador.

(*) Artículo extraído del cuadernillo de estudios del “Curso-Taller de Alambrado y Trabajo Asociado” realizado en abril de 2015 en el “Centro de Formación Agraria Cooperativa” (CFAC) en la Unidad Cooperaria Nº1 de Cololó, Soriano, Uruguay.

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