ANEMIA / Por María Elisa Blanco (*)

Es la disminución de la concentración de hemoglobina en sangre cuyos límites de referencia dependen de la edad, el sexo, condiciones ambientales y hábitos alimentarios. La anemia constituye una de las causas más frecuentes de consulta, presentando una elevada incidencia en niños, mujeres jóvenes y personas con problemas de alimentación, además suele acompañar a diversas situaciones patológicas en las que constituye una manifestación del trastorno de base. Tiene una elevada frecuencia en determinados grupos étnicos como la raza negra y en personas mediterráneas, países en vías de desarrollo y en la malnutrición.

El déficit de hierro es el trastorno carencial más común en todas las poblaciones del planeta, debido a ello la anemia por carencia de hierro o anemia ferropénica es la causa más frecuente de consulta clínica.

Existen varios tipos de anemia:

· Carenciales: por déficit de hierro (ferropénica), por déficit de metabolitos como ácido fólico y vitamina B12 (megaloblástica).

· Hereditarias: talasemias y anemia falciforme.

· Anemia que acompaña a enfermedades crónicas y a enfermedades inflamatorias.

· Anemias hemolíticas, congénitas y adquiridas.

Entre los síntomas se destacan:

· Palidez.

· Cansancio, fatiga, malestar.

· Trastornos cardiorrespiratorios (taquicardia y palpitaciones).

· Trastornos neuromusculares (cefaleas e insomnio).

· Trastornos gastrointestinales.

· Trastornos de la función renal.

· Alteraciones del ritmo menstrual (amenorrea).

Puesto que la anemia es la manifestación de un trastorno subyacente, ante un paciente anémico debe distinguirse las manifestaciones clínicas propias de la misma de las debidas a la enfermedad de base. El tratamiento está dirigido a aumentar la hemoglobina y restaurar los depósitos de hierro. Consiste en la administración de preparados (sales ferrosas) vía oral así como también puede administrarse hierro intravenoso.

En cuanto a la alimentación son fuente de hierro las carnes, vegetales color verde oscuro y las leguminosas, se aconseja acompañar su consumo con alimentos fuente de vitamina C para favorecer la absorción.

(*) Licenciada en Nutrición

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