ALIMENTACION DEL ADULTO MAYOR / Por Lic. Ma. Elisa Blanco (*)

Adulto mayor es toda persona de 65 años o más que se encuentra en una etapa con presencia de deficiencias funcionales, como resultado de cambios biológicos, psicológicos y sociales, condicionados por aspectos genéticos, estilos de vida y factores ambientales. Dentro de esta categoría están las personas ancianas que son aquellas de 75 años o más. Envejecer comprende tanto la maduración como el deterioro de los sistemas biológicos. Es un proceso dinámico que produce cambios graduales. Es progresivo, produciendo un deterioro generalizado de las funciones, como por ejemplo:

· Disminución de la capacidad funcional.

· Disminución de la masa magra.

· Disminución de la talla.

· Disminución de la capacidad de concentración.

· Disminución de las horas de sueño.

· Disminución de la visión nocturna y la agudeza visual.

· Aumento de la grasa corporal.

· Pérdida de masa ósea.

· Deformaciones de las articulaciones.

· Algunos ancianos pueden tener reducida la sensación de hambre y el deseo de comer.

· Reducción de la masa de los músculos de la masticación, lo cual produce cansancio.

Es importante plantearse como objetivo detectar las alteraciones nutricionales y anticipar/prevenir el inicio de las mismas antes de que alcancen repercusiones importantes en su salud.

Nutrientes críticos en esta etapa de la vida:

Proteínas.

Calcio. En el adulto mayor la resorción ósea es mayor, y en las mujeres el requerimiento está aumentado. Este mineral es beneficioso para la densidad mineral ósea de fémur y de la columna cervical y lumbar.

Hierro, Zinc, Vitamina C, D, E. Debemos cuidar el consumo de estos nutrientes en el adulto mayor ya que muchas veces se disminuye la ingesta de alimentos debido a problemas mencionados anteriormente. Cuando baja la ingesta debemos evitar déficits de estos.

Selección de alimentos:

LÁCTEOS (leche, yogur, quesos)

Estos son la principal fuente de calcio y además contienen proteínas de alto valor biológico, necesarias para la formación de la masa muscular.

CARNES, HUEVO Y DERIVADOS (carne vacuna, de pollo y pescado, vísceras, embutidos, fiambres, huevos).

Este grupo representa una fuente importante de proteínas de alto valor biológico y de hierro de alta biodisponibilidad.

En muchos casos, para facilitar la masticación, o en casos de disfunción de la motricidad, preferimos dar carne picada o desmenuzada.

FRUTAS Y VERDURAS

Este grupo aporta una importante cantidad de vitaminas y minerales además de fibra, que ayuda a prevenir el estreñimiento, por lo general presente en el adulto mayor.

En caso de pérdida dental o falta de apetito, se prefiere consumirlas cocidas.

CEREALES, LEGUMINOSAS Y DERIVADOS

Este grupo comprende:

Cereales: trigo, maíz, arroz, cebada, centeno, avena.

Leguminosas: arvejas secas, habas secas, garbanzos, soja, porotos, lentejas.

Y sus derivados: harina de trigo, sémola, féculas, polenta, tapioca, gofio, panes, bizcochos, galletas, galletitas, pastas de todo tipo.

Son fuente importante de energía y fibra.

AZÚCAR Y DULCES

Se indican cantidades limitadas por su alto contenido en azúcares simples.

GRASAS Y ACEITES

Es beneficioso para la salud el uso de aceites vegetales en crudo.

Se recomienda controlar el consumo de grasas saturadas de origen animal.

Se aumenta el agregado en preparaciones en caso de desnutrición.

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(*) MARIA ELISA BLANCO ROSALES – Licenciada en Nutrición

Plan de Alimentación con Auriculoterapia

Atiende los lunes de 8 a 14 y de 16 a 19:30 horas.

Dr. Catalina 254 c/ General Flores – TACUAREMB

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