Montevideo (Uypress) – Alberto Ballestrino y Gustavo Aureliano Mieres son los dos militares procesados por el asesinato por torturas del militante del Partido Comunista Revolucionario, Óscar Fernández Mendieta, ocurrido en 1973 en el cuartel de Caballería de Durazno.
Gustavo Aureliano Mieres Ultra, Alberto Ballestrino Valls y Líber Morinelli Hernández, son los tres militares responsables del homicidio muy especialmente agravado del militante del Partido Comunista Revolucionario, Óscar Fernández Mendieta. El pedido de procesamiento del fiscal Ricardo Perciballe comprendía a los tres militares, pero la jueza Isaura Tórtora procesó este martes solo a los dos últimos, de acuerdo a un informe de Georgina Mayo para el portal 25siete. El tercer implicado, Líber Morinelli, falleció recientemente.
Los dos militares fueron además procesados por privación de libertad y abuso de autoridad contra los detenidos.
El homicidio de Fernández Mendieta se produjo en mayo de 1973 cuando la víctima tenía 26 años. Fernández era trabajador rural y fue detenido cuando cumplía tareas en la medianera de un campo de Durazno, ocasión en la que fue trasladado al Cuartel de Regimiento Pablo Galarza de Durazno, donde fue torturado. Falleció el mismo día que fue detenido por Mieres y Ballestrino. Una vez que llegó al cuartel de Caballería, Morinelli lo esperaba en el sótano para interrogarlo.
Morinelli dijo, según consta en la resolución judicial, que habría pasado unos 40 minutos entre que el detenido llegó al cuartel y que muriera.
Mieres, Ballestrino y Daniel Blanco Fenocchio (éste también ya muerto) golpearon a Fernández Mendieta hasta matarlo y, al día siguiente, se lo informaron a la familia, destaca el informe de la periodista Georgina Mayo.
La resolución de la jueza Isaura Tórtora, a la que accedió el portal 25siete, señala que el militar retirado que declaró como testigo, Jesús Augusto Fagúndez Dominzain, relató que el día que mataron a Fernández Mendieta vio las luces de la parte del comando encendidas. Sería 01:30 o 2:00 de la madrugada cuando el guardia le comentó que había muerto un detenido y que en el interrogatorio estuvieron presentes Mieres, Ballestrino y Blanco.
Otro testigo indicó también que Ballestrino estaba presente y que la víctima gritó toda la noche. Sin embargo, el certificado de defunción de la época describió que la causal de muerte fue infarto de miocardio politraumatizado, tras la autopsia practicada por el jefe de servicio de la unidad, Julio César Rossi Salinas.
La esposa de la víctima Graciela Ferreira solicitó a médicos de confianza que revisaran el cuerpo una vez que los militares se lo entregaron, constatando profusas lesiones: hematomas en hombros, rodillas, labios, abdomen y cráneo. También la revisión del médico de la familia consignó quemaduras de cigarrillos en la frente.
La jueza Isaura Tórtora consideró en su pronunciamiento que el Derecho Penal tiene como objetivo principal resolver conflictos en la sociedad y en aras de esa finalidad el pronunciamiento, aunque sea mínimamente, contribuirá a la paz y equilibrio de la sociedad, lo que redundará sin atisbo de duda en beneficio de las generaciones venideras.
- UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias
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