MINAS DE CORRALES: Se ilusiona con el hierro

En 2023 comenzaría explotación en pequeña escala.

Minas de Corrales se aleja del oro y se acerca al hierro. La localidad del departamento de Rivera, conocida por su histórica minería de oro, lleva casi cuatro años sin actividad, sus trabajadores más capacitados han tenido que irse a trabajar a otros departamentos y las propuestas actuales para reflotar su economía vienen por el lado de los yacimientos de hierro.
La localidad de 3.788 habitantes según el Censo de Población 2011, ubicada a 96 km de la ciudad de Rivera y 60 km de la ciudad de Tacuarembó, vive hoy tiempos de incertidumbre, alejada de su característica actividad y atenta a las diferentes propuestas de inversión que puedan llegar para reflotar un rubro minero que supo emplear hasta a unas 700 personas.

En la minera se alcanzó a producir 70 mil onzas de oro en el año 2003, esta cantidad fue disminuyendo hasta obtener entre 2012 y 2015 un promedio de 30 mil onzas por año.
A mediados de 2018 la empresa canadiense Orosur Mining, la única dedicada a la explotación y el procesamiento del oro en el país, cesó su actividad en la mina San Gregorio y envió a la mayoría de sus trabajadores a seguro de paro.

En aquel entonces, la falta de financiación para sus proyectos y algunos permisos ambientales llevaron a que Loryser SA –una de sus subsidiarias– se declarara en concurso de acreedores.

Uruguay prácticamente dejó de exportar oro en agosto de 2018, según datos aduaneros. Ese año, la firma Loryser realizó ventas por US$ 16,3 millones cuyo destino fue el mercado suizo. En 2017, las ventas a ese mercado habían trepado a US$ 43,7 millones y por US$ 40,6 millones en 2016.
Actualmente se siguen realizando tareas de mantenimiento en la mina y el cierre de la represa de relave (se utilizan para almacenar el agua y los desechos derivados del proceso de extracción), bajo supervisión del Ministerio de Ambiente (MA).

Lejos del oro cerca del hierro
A mediados de agosto de 2020, una firma canadiense estuvo en conversaciones con el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) con la intención de invertir en Minas de Corrales y reflotar la actividad. Sin embargo, las conversaciones no llegaron a buen puerto y pandemia mediante, la empresa retiró su interés.
Marcelo Pugliesi, Director Nacional de Minería y Geología del MIEM, dijo a El Observador que se están en la búsqueda de nuevos inversores para reactivar la producción de oro pero que «no es fácil principalmente por el capital que se necesita para arrancar de vuelta».
Las estimaciones realizadas por el jerarca muestran una inversión mínima de US$ 40 millones pero fue enfático en que «es difícil hacer números en minería sin realizar estudios previos» debido a que hay distintas variables como producción, desagotes de las canteras –en especial las subterráneas–, exploraciones complementarias y tipo de maquinaría, entre otras.
Hugo Pereira, secretario de la Alcaldía de Minas de Corrales, contó a El Observador que está tomando fuerza el interés por la extracción de hierro por sobre la de oro y que hay varias empresas interesadas.
Pugliesi, por su parte, especificó que las empresas interesadas están en una etapa de exploración de lo que la zona del Cerro del Papagayo –al sureste de Minas de Corrales– para determinar «si hay volúmenes de hierro que ameriten una producción importante».
Además, informó que hay una empresa uruguaya que comenzará con la producción de hierro a pequeña escala en el año 2023. «Es un proyecto pequeño. No es como Aratirí que está en unos 18-20 millones de toneladas al año. Acá estamos hablando de un emprendimiento de 300 mil toneladas por año», explicó.

Los trabajadores debieron reinventarse
La minera tenía una plantilla regular de 400 empleados, según informó Pereira, quien también indicó que se alcanzaron los 700 trabajadores durante picos de producción y que más cerca del cierre de la empresa, la plantilla llegó a un mínimo de 200 empleados.
Con el cierre de Orosur Mining, estos trabajadores pasaron a seguro de desempleo y algunos se encuentran en esa condición hasta el día hoy. No obstante, son una minoría ya que según explicó Pereira, gracias a la capacitación que muchos obtuvieron durante sus años de trabajo en la mina –en lo que tiene que ver con operación de maquinaria pesada, por ejemplo– fueron reclutados para trabajar en la obra del ferrocarril central y la planta de UPM II en Pueblo Centenario, Durazno.
El secretario de la Alcaldía de Minas de Corrales valoró esta situación y la «continuidad de fuentes laborales» que brindó a la localidad. «En números gruesos, debemos tener unas 100 personas en situación de desempleo», explicó.
En esa línea, sostuvo que hay gran expectativa por la llegada de empresas interesadas en la explotación de hierro ya que es «lo que está más avanzado» y podría «dar mano de obra más rápido». La instalación del pequeño emprendimiento de producción de hierro previsto para 2023 sumado a que otra de las empresas interesadas avance en el proceso de inversión podría generar entre 30 y 50 puestos nuevos de trabajo.

  • Extraído de El Observador

 

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