El Frente Amplio tiene la responsabilidad de ser oposición política, esto también implica que eventualmente colabore con el gobierno, pero claramente el FA es la oposición política a este gobierno porque ese es el rol que le asignó la ciudadanía y es el que debe desempeñar con responsabilidad.
Si como partido político que perdió las elecciones no se hiciera oposición la ciudadanía quedaría sin alternativa a las políticas que lleva adelante la coalición que accedió al gobierno y que tanta desilusión ha generado entre buena parte de los uruguayos y las uruguayas.
Es precisamente desempeñar nuestro rol como oposición el que nos permite eventualmente acordar con el gobierno y que esos acuerdos sean vistos como legítimos por los ciudadanos, tanto por los que votaron a este gobierno, como por los que no lo hicieron.
Muchas veces esta colaboración que el gobierno suele minimizar o ignorar, supone que el FA pague costos políticos, como en el caso del cierre de Casa de Galicia. O supone sostener quórum para votar leyes y resolver problemas como el de la ANV, aun cuando los legisladores de la coalición de gobierno no alcanzaban para hacer quórum y que se pudiera votar la solución legislativa al problema. También recibimos críticas cuando apoyamos la postura del gobierno con respecto a la vacuna y a los fallos judiciales.
El gobierno tiene serios problemas de gestión política.
Abundan anuncios que luego no se concretan o, si se concretan, son de una dimensión mucho menor a la anunciada inicialmente.
Un ejemplo claro de esto es el anuncio de un proyecto de saneamiento para 124 localidades del interior con una inversión de 1.000 millones de dólares, que con el paso del tiempo se redujo a 250 millones de dólares. El presidente de OSE declaró “que se definió que se intervendrán 24 localidades”. Finalmente no serán 124, y sabremos al final del período cuánto se va a terminar efectivamente ejecutando.
También anunciaron el año pasado 15 millones de dólares para un fideicomiso que daría fin a los asentamientos, después de un año hay cero m2 de construcción.
Se hacen anuncios como innovaciones cuando en realidad simplemente son la extensión de políticas y programas que el Frente Amplio desarrolló durante sus gobiernos. Un ejemplo de esto es el anuncio del IVA personalizado.
El gobierno tiene problemas por la forma en que hizo oposición y las propuestas que hizo durante la campaña, que se volvieron un boomerang contra su propia gestión.
Ejemplos:
– Precios de las tarifas públicas, entre ellos los combustibles.
– La seguridad y el combate a la violencia derivada del narcotráfico.
– La erradicación de asentamientos.
– Las personas en situación de calle.
Todos problemas complejos que como oposición y en campaña electoral, quienes ahora son gobierno, pregonaban soluciones fáciles y resultados asegurados.
Desde el gobierno esas soluciones parecen no funcionar y los resultados no están llegando.
Claramente los anuncios de campaña se fueron desvaneciendo, 136 liceos modelo, el MIDES en Casavalle, no transferir fondos de las empresas públicas al gobierno central y solo de UTE transfirieron 116 millones de dólares adicionales, no bajar ni salarios ni jubilaciones, entre muchas promesas que se desvanecieron.
Estamos en el tercer año del gobierno de Lacalle Pou, si nos retrotraemos al tercer año del primer gobierno de Tabaré Vázquez, que recibió el país en una situación extremadamente delicada, con 40% de pobreza, ente otros índices muy negativos, muy diferente a como lo recibió Lacalle Pou, el Gobierno del Frente Amplio en su tercer año ya había hecho:
– Una reforma tributaria.
– Había desarrollado una reestructura de las políticas sociales aumentando significativamente la cobertura, entre otros el Plan de emergencia.
– Y estaba tramitando el Sistema Nacional Integrado de Salud.
Entre otra serie de reformas profundas en diferentes ámbitos que el gobierno del Frente Amplio llevaba adelante.
La pregunta que nos hacemos es ¿cuáles son las reformas sustantivas que ha llevado adelante este gobierno que no hayan sido retroceder sobre políticas que el FA ha llevado adelante? Y ese es el principal problema que está enfrentando Lacalle Pou y el gobierno de coalición.
Me imagino que Lacalle Pou debe estar preocupado por los serios problemas de gestión política y por el fracaso de quienes eligió para gobernar y han quedado en el camino.
El equipo que estaba preparado, no funcionó y la desilusión suele ser un sentimiento que está reinando entre buena parte de los uruguayos y las uruguayas, mirando las fallas del gobierno que se sostiene con excusas y anuncios que luego no se concretan.
(*) Fernando Pereira. Presidente del Frente Amplio
- UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias
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