Un acuerdo de este tipo debe suscribirse en lo que hemos denominado procesos de inserción internacional inteligente. En estos días ha vuelto al debate público la oportunidad de poder firmar un Tratado de Libre Comercio con China. Más allá de un acuerdo de libre comercio, lo que debemos tener claro desde lo que está negociando el gobierno nacional es que se requiere alcanzar reglas del juego que beneficien a nuestro país en el contexto actual.
Para alcanzar el TLC que todos queremos se precisará de otro TLC: tenacidad, lealtad y coordinación. Porque lo que nos queda claro, incluso antes de conocer el contenido de lo que se está conversando, es que el arribo a un acuerdo de este tipo debe suscribirse en lo que hemos denominado procesos de inserción internacional inteligente.
Los clásicos TLC al estilo de los que por ejemplo Chile firmó con muchos países en la década de los noventa han quedado en desuso, dando paso a una generación más avanzada y a la vez simplificada composición de acuerdos de libre comercio y eliminación de barreras paraarancelarias. Exploremos por qué hablar de tenacidad, lealtad y coordinación como las características de un nuevo acuerdo comercial.
¿Por qué China? Los TLC no son buenos per se, sino que se trata de un instrumento de política internacional que requiere de análisis y enfoque estratégico. Y China es un territorio estratégico para nuestro país. Se trata de la segunda economía a nivel internacional y el primer exportador global. Por ello es que se ha convertido en el principal socio comercial de nuestro país. Las importaciones chinas desde Uruguay han aumentado un 26% en los últimos años y las exportaciones han crecido en torno al 18%.
Pero más allá de las cifras actuales, lo central es que el crecimiento económico de China ha transformado los patrones de consumo de sus habitantes, los que coinciden cada vez más con nuestras exportaciones en el sector de la industria alimenticia. Y ahí Uruguay tiene un rol a desempeñar producto de la innovación en la industria cárnica, en la industria láctea, en el sector citrícola y vitivinícola, entre otros.
Y, por ello, buscando posicionarse en su nuevo rol como potencia global, China está buscando nuevas relaciones estratégicas con América Latina y Uruguay está llamado a ser parte.
¿Por qué tenacidad? Para alcanzar un acuerdo de libre comercio con China se requiere saltar varias vallas que van a aparecer en el camino. La primera es la del propio bloque de integración comercial que ya integramos, MERCOSUR. Uruguay, sin dejar el espacio de integración debe promover ventanas de oportunidades para que negocie nuestro país solo, o sino en bloque, pero dejando claro y siendo tenaces con nuestra decisión de abrirnos inteligentemente a mundo. La tenacidad la requeriremos también como Estado y Sistema Político.
Este no es un tema que se inicie y se agote en este período de gobierno. Dado que las negociaciones llevan mucho tiempo y participación, probablemente sea otro el gobierno que termine concretando estas oportunidades. Por eso, se requerirá de tenacidad para insistir en alcanzar un acuerdo dentro del más amplio espectro político para alcanzar este acuerdo.
¿Por qué la lealtad debería ser un norte en una integración internacional inteligente? Porque se trata de eliminar barreras que dificulten el acceso de nuestros productos a mercados tan grandes como el de China. Pero, al mismo tiempo, se requiere de lealtad con el sector industrial que podría sufrir ante la llegada de otros productos similares a nuestro mercado. Es necesario que se protejan las fuentes de trabajo de los sectores de la industria de manera que identifiquen oportunidades de innovación y reconversión ante las aperturas. Lealtad también requerimos con nuestros socios estratégicos en la región, comunicando nuestra posición, pero jamás cerrándonos al diálogo e intercambio como bloque.
¿Por qué necesitamos coordinación? Porque es la llave de éxito de toda política pública. Necesitamos ámbitos de coordinación interno y externo. En el ámbito interno se requiere que todas las fuerzas políticas nos sentemos en la mesa para coordinar y alcanzar consensos. Algo como lo que hizo el Presidente Tabaré Vázquez cuando sentó en la mesa a todos los expresidentes y a los líderes de todos los sectores políticos para conversar sobre UPM 2. Hoy también necesitamos de mesas de diálogo que permitan una mayor coordinación entre los sectores políticos.
También necesitamos coordinación en el ámbito externo, porque seguimos siendo parte del MERCOSUR y hay todo un diálogo adelante que se debe llevar a cabo para no romper con nuestros hermanos territoriales.
Con tenacidad, lealtad y coordinación como ejes para alcanzar un TLC de nueva generación, Uruguay abrirá una nueva ventana de oportunidades. Para el éxito de una política de inserción internacional inteligente se requiere diálogo y apertura. Nosotros estamos listos para sentarnos a la más amplia mesa de discusión política sobre esta oportunidad.
- De Montevideo Portal
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