URUGUAYOS con buena opinión en ciencia, tecnología e innovación como factor de desarrollo

La mayoría de los uruguayos tienen una percepción positiva sobre la incidencia de la ciencia, tecnología e innovación en el desarrollo del país. Si bien no hay un marcado interés por esta temática, concuerdan con que el Gobierno las apoye. Los datos surgen de la Encuesta de Percepción Pública sobre Ciencia, Tecnología e Innovación, aplicada en el Uruguay por primera vez durante el año 2008 y repetida en el 2011. La consulta se realizó por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), será publicada en un documento que refleja las conclusiones del consultor Ignacio Zuasnabar. El trabajo de campo lo efectuó la empresa Interconsult entre el 12 de febrero y el 27 de marzo de 2011. El espectro del estudio comprendió a residentes del territorio nacional urbano, suburbano y rural, de ambos sexos, perteneciente a todos los estratos socioeconómicos y mayores de 15 años.

Conclusiones – Según el informe final del estudio la ciencia, la tecnología y la innovación en el Uruguay son actividades que atraen el interés de un público relativamente limitado, y la mayor parte de la población no se siente particularmente informada. Uno de cada siete (16 %) integra la categoría de “involucrado”, son personas que se declaran interesadas e informadas sobre la ciencia y la tecnología, donde se destaca la presencia de varones, jóvenes y adultos, de nivel educativo y socioeconómico medio, hacia arriba.

En este marco, también son moderados —aunque crecientes— los niveles de conocimiento sobre instituciones que promuevan la investigación, o de empresas innovadoras, o de políticas gubernamentales que estimulen el desarrollo de estas actividades.

No obstante, el estudio refleja que en relación con esta temática, estos son conceptos que tienen significado para la mayoría de la gente. Si bien estos pueden ser en muchos casos limitados y genéricos, están asociados al mundo de la medicina, en el caso de la ciencia; y a la informática, en el caso de la tecnología. En este punto, Zuasnabar explica que “quizás son temas que no interesan mucho, y sobre los cuales no necesariamente la gente hace el esfuerzo de informarse, pero son temas buenos y de alto impacto”.

Agrega además que “casi todo el mundo entiende que lo que ocurre en el plano de la ciencia, la tecnología y la innovación afecta o afectará de forma sustantiva el futuro del país en términos de desarrollo, así como en las propias vidas”. Se asume que en el país no se destaca en esta temática pero la población entiende que, de todas formas, debe ser apoyada por el Gobierno. De hecho los temas prioritarios en la agenda de los uruguayos tienen que ver con la seguridad, la educación, la vivienda, la salud y el agro.

Los uruguayos tienen visiones diferentes, con grados de independencia importantes, respecto a cómo la ciencia, la tecnología y la innovación puede impactar en la salud, la educación, el ambiente y el empleo. Según el informe, en relación con el impacto de la ciencia, la tecnología y la innovación en materia de salud, predominan las visiones “positivas fuertes” o “moderadas”. La mayoría de la población percibe que su aplicación en esta área conlleva beneficios, y son relativamente pocos los “temerosos” que opinan que los perjuicios pueden ser mayores que los beneficios.

En materia de educación, una cantidad importante de la población visualiza efectos positivos en ciertas aplicaciones, como Internet y el uso de computadoras, pero también una gran parte percibe efectos negativos.

En materia ambiental es donde emergen los juicios de mayor temor. En esta dimensión un tercio de la población (34 %) asume posiciones “temerosas” ya que percibe las amenazas de las actividades de la ciencia y la tecnología sobre el medio ambiente, mientras que otro grupo tiene visiones “positivas fuertes”, es el menor de todas las dimensiones analizadas (15 %).

El informe concluye que en primera instancia existen posturas relativamente intransigentes en relación a que no se debería autorizar ninguna actividad que dañe el ambiente. Sin embargo, en última instancia, la mayoría de la población es capaz de asumir posiciones pragmáticas y aceptar el daño ambiental siempre y cuando existan beneficios para la sociedad.

Por último, en materia de empleo se percibe un efecto negativo y positivo. Más de un tercio (36 %) de la población asume una “mirada crítica” y acuerdan que las aplicaciones de la ciencia y la tecnología generan oportunidades de trabajo para los más jóvenes, pero al mismo tiempo determinan que se pierdan puestos de trabajo. Sin embargo, el sector de miradas “positivas fuertes” es mayor que el “temeroso”, por lo cual, en la última conclusión, se lee que los efectos positivos percibidos son mayores que los negativos, en relación con la incidencia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo del país.

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