El presidente Mujica destinó su habitual alocución por radio M24 para reiterar argumentos a favor de caminos complementarios al represivo en la lucha contra el narcotráfico. Insistió en que regular el mercado no es incentivar el consumo, aunque puede ser un método adecuado para quitarle las muy altas tasas de ganancias con las que el narcotráfico se enriquece y corrompe. En esa lucha, “mañana puede ser demasiado tarde” dijo. El Presidente comenzó sosteniendo que “muchas veces, demasiadas”, el odio lleva a gente instruida a construir intrincadas elaboraciones argumentales y no se toma el trabajo de preguntar por argumentos ajenos.
Mencionó, a título de ejemplo, la respuesta que obtuvo cuando planteó, hace algún tiempo, algunas cifras de inversión pública, a las que pretendieron rebatir.
En la misma línea, planteó como indicador de esa actitud alguna de las respuestas que mereciera la propuesta gubernamental sobre la regulación de la marihuana para el combate contra el narcotráfico. Para enfrentar ese problema, “necesitamos una discusión mucho más amplia” y sin embargo, “se mira para el costado”, dijo Mujica. Existe una “contradicción flagrante” entre decir que la principal preocupación de los uruguayos es la seguridad y no darse cuenta de la relación que existe entre ello y el “veneno del narcotráfico” en nuestra sociedad.
Mujica continuó sosteniendo que un tercio de los presos que hay en el país, son consecuencia del narcotráfico. “Los usos y costumbres de este mercado clandestino, tienden a derramarse a otras esferas del delito y están tiñendo hasta las tradiciones delictivas de nuestra historia”. Tiende a irrumpir en todos los valores de convivencia, a corromper en los órganos represivos, a interferir las relaciones políticas de las repúblicas y la voluntad de los gurises pobres.
“Cuando van 50 y pico de años de políticas meramente represivas, debemos llegar a la conclusión de que esto es, entre otras cosas, también un fenómeno de mercado”. Nosotros estamos a leguas de considerar que el consumo de cualquier forma de estupefaciente tenga algún beneficio, como algunos dicen”. “No creo en el beneficio de ninguna adicción. Por el contrario. Pero peor que la existencia de la adicción, es la existencia del narcotráfico”, repitió. Por eso vale la pena la discusión a lo largo y ancho de todo el país, ya que pueden surgir diversos caminos.
De momentos llevamos varios años reprimiendo pero lo único que hacemos es amontonar gente en la cárcel. ¿Estaremos tan equivocados?, se preguntó. La lucha contra este flagelo, ¿no debería ser una causa nacional?
Alguna gente nos dice que tenemos que propagar que el vicio es malo. “Chocolate por la noticia”, enfatizó. Sabemos que el cigarro es malo, pero hay gente que sigue fumando. El problema es la enfermedad social que nos mete en el delito, dijo Mujica. Y lo logra porque sigue existiendo el mercado clandestino con altas tasas de ganancias. Y si no le arrebatamos esa tasa de ganancia, las formas policiales de represión, no alcanzan.
Pero parece que Uruguay no aprende la experiencia internacional sobre los peligros que estamos enfrentando. “¿Para qué tenemos tanta comunicación si no vemos eso? Mal camino el no querer ver los peligros y esconder la cabeza, como el avestruz”. “Hoy estamos a tiempo. Mañana, me temo que sea demasiado tarde”, advirtió.
Por eso no deberían sacarse conclusiones politiqueras, pequeñas, en las que cae gente inteligente, agregó. Por el contrario, deberían proponernos fórmulas y caminos si se ve la gravedad de lo que tenemos delante. Pero como tantas veces, el odio le hace trampa a los seres humanos, terminó diciendo.
De presidencia.com
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