Un ingeniero argentino especialista en petróleo e impacto ambiental, advirtió sobre los riesgos que representa para la región la posible explotación de yacimientos con el método de fractura hidráulica o fracking, especialmente por la posibilidad de desatar terremotos y el desconocimiento de los impactos ambientales reales. “Esta región tiene gran cantidad de represas y una central nuclear en Argentina, Atucha, para lo que un terremoto representaría un riesgo altísimo”, dijo Horacio D’Elía, ingeniero y analista en petróleo y gas, además de magister en energías renovables y evaluación de impacto ambiental y docente universitario en Río Gallegos.
El fracking o fractura hidráulica, un método experimental para la obtención de hidrocarburos no convencionales que se estaría utilizando próximamente en nuestra región.
Para la explotación de este tipo de hidrocarburos es necesario realizar una perforación vertical y luego, al llegar a la napa, una perforación horizontal a la que se hace una serie de orificios a través de los cuales se introduce a presión una mezcla de agua, arena y productos químicos con la finalidad de fracturar la roca. Por eso esta tecnología se llama “fractura hidráulica” o “fracking”, en inglés.
El experto dijo que el fracking comenzó a realizarse en el año 2000 en Estados Unidos que es un país altamente dependiente de petróleo importado.
“Empezaron a explotar yacimientos no convencionales y, paralelamente comenzaron a producirse impactos ambientales que no estaban previstos. A raíz de esto el Congreso de Estados Unidos pidió a la Agencia de Protección Ambiental de ese país (EPA, por su sigla en inglés) un informe que posiblemente esté terminado para el año próximo. Paralelamente, varios países han detenido este tipo de explotación hasta tanto se conozca los resultados de ese informe”, señaló.
“En nuestra región, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil han puesto mucho interés en la cuenca chacoparanaense” como reservorio de hidrocarburos, dijo y advirtió que esta cuenca está debajo del Acuífero Guaraní que contiene el 20% del agua dulce del mundo.
“Las probabilidades de que haya un impacto sobre este acuífero son muy altas porque eso es algo que ha ocurrido en otros lugares del mundo”, aseveró.
En este sentido, explicó que “el agravante es que nunca se sabe qué manifestación puede tener el terremoto en la superficie. Esta región de Uruguay y Argentina tiene gran cantidad de represas y una central nuclear, para lo que un terremoto representaría un riesgo altísimo”.
Para el experto, el desarrollo de un país tiene otras alternativas al fracking, tales como cambiar la matriz energética para dejar de ser tan dependientes del petróleo. “Se pueden desarrollar alternativas energéticas que aquí no han sido desarrolladas pero sí en países europeos, como España, que con una buena política de desarrollo de política eólica pasó a ser el segundo generador mundial después de Alemania, desplazando a Estados Unidos”.
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Fuente: El Telégrafo.
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