El director del zoológico de Tacuarembó, Aquiles Chaer decidió dormir allí hasta que los dos cachorros de dogos argentinos que están siendo entrenados para ser la seguridad del lugar puedan hacerse cargo. En los últimos días el lugar fue atacado varias veces, ambos perros fueron atacados salvajemente, y asesinaron a un emú y dos jabalíes. El zoológico de Tacuarembó ha tenido varias mejoras en el último año. Desde la realización de paseos guiados a caballo, la creación de una escuelita de tránsito, la instalación de una nueva zona de camping, hasta la llegada de la mona Pupé y la reciente incorporada cachorra de jaguar a la que el público pondrá nombre el 15 de febrero a través de un concurso.
Sin embargo, durante la madrugada del viernes, aprovechando que llovía en la capital departamental, un grupo de individuos irrumpió en el zoológico con el objetivo de faenar algunos animales. La idea era capturar novillos, carpinchos y jabalíes. Sin embargo tras ser sorprendidos por el propio director que patrullaba la zona y por un sereno, los hombres huyeron, aunque no sin antes matar a dos pequeños jabalíes: Pedrito y Pablo.
«Es increíble, estamos teniendo unos días muy agitados y tenemos que lamentar las muertes de los jabalíes y el emú, Emito, tres de los animales con los cuales los niños se sacaban fotos», dijo Chaer y añadió que estos episodios lo convencieron de pasar allí las noches hasta encontrar una solución definitiva.
«Tenemos que tomar más medidas de seguridad porque esto no puede seguir así y por eso decidí pernoctar hasta que el problema se solucione y lo voy a hacer con perros entrenados especialmente para sujeción de personas en el suelo», señaló.
El director del zoológico tiene previsto mantener una reunión con el intendente departamental, Wilson Ezquerra para analizar qué medidas se adoptarán a corto plazo. Por el momento para mejorar la visibilidad del lugar de talará un monte que ha sido usado como escondite de aquellos que ingresan al zoológico para robar animales, serán colocados focos de luz en algunos lugares cruciales y se distribuirán largas cadenas para los perros. Como última medida se elaborará un protocolo de acción en casos de situaciones extremas con permisos para el uso de armas con el entrenamiento debido.
«De esto me asesoro y lo implemento personalmente», aseguró el director.
El zoológico es un lugar atractivo para los vendedores de carne clandestina, pues en pocas hectáreas y a escasos metros de la ruta 5 pueden obtener presas fáciles como novillos, carpinchos, cabras, ñandúes y jabalíes. En el mercado negro, un carpincho llega a valer entre $ 5.000 y $ 6.000, mientras que un cabrito oscila los $ 1.500 y un cerdo entre $ 7.000 y $ 8.000.
De JOSÉ ESTEVES (El País Digital)
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