El presidente uruguayo José Mujica se refirió en su audición radial al narcotráfico, al que definió como “el verdadero veneno, muy por encima de la droga”. Dijo que «el eje de la lucha implica arrebatarles el mercado, que deje de ser negocio porque los costos no dan para competir”. Advirtió del peligro de no querer ver la realidad de un fenómeno que tildó de “espantoso” y convocó a los medios a informar a la gente al respecto. En su audición radial por M24, el Presidente de la República, José Mujica hizo referencia al tema del narcotráfico, la lucha contra este fenómeno y el manejo informativo de los medios de comunicación.
Tras aludir a algunas frases que “sesudos intelectuales y periodistas de la época” —como les definió— escribieron contra José Gervasio Artigas, y que llevó casi un siglo levantar por tratarse de “falsedades”, Mujica se refirió a la falta de objetividad, que al parecer —dijo— pese al paso del tiempo es “insuperable para la condición humana”.
“Todos los días nos encontramos con inútiles apelaciones a la deformación de la realidad”, sostuvo el mandatario, quien puso como ejemplo el manejo que hicieron algunos medios de comunicación del “orden del día” del Consejo de Ministros del pasado lunes 21 de enero. En la oportunidad, y ante la ausencia de información, se recurrió a la especulación. Mujica defendió el derecho a opinar y especular pero dijo que se debe separar del capítulo “información”. “Es difícil la independencia, pero más difícil es cuando a la información se la sustituye con lo que nos parece que podría ser”, indicó. De todas formas, valoró que “por mucho que se machaque con metodologías enredadas y confusionistas, el grueso de la gente tiene olfato y rumbo por su propio albedrío”.
En este contexto, convocó a los medios a difundir información sobre el tema del narcotráfico, para que la población se dé cuenta “frente a qué estamos”. Dijo que si bien cualquier adicción es una infamia, mucho más lo es el narcotráfico, al que definió como el “verdadero veneno”, ya que “termina pudriendo a la sociedad y se expande como un fenómeno violento”.
Mujica citó ejemplos de la historia internacional que demuestran el fracaso permanente de la vía represiva y la expansión que se generó del fenómeno que tildó de “espantoso”. Dijo que lo peor es la expansión de una cultura que va mucho más allá del narcotráfico, porque ciertas metodologías que se aplican en este negocio se expanden a otras formas de delito. “Aparecen nuevas instituciones como el sicariato y ajustes de cuentas que no existían”, añadió.
Aludió a la tasa de ganancia que deja la droga como producto de mercado, que cubre todos los riesgos. “Pese a los que van presos, siempre aparecen tontos en cadena que quieren el triunfo fácil, en el corto plazo, y se enganchan en este comercio que los termina infamando como seres humanos”, insistió Mujica.
Explicó que los grandes mercados consumidores no pueden acotar el consumo, se convierten en un hecho económico de dimensiones colosales y las cifras de dinero que se manejan no pueden mantenerse en la clandestinidad. Esto vuelve al lavado de dinero una “verdadera y artística profesión por la cual se cobran comisiones altas, del 30 % o más. Es el origen de paraísos fiscales, porque hay que legalizar semejante masa de recursos económicos y de otra manera su asiento no tendría explicación”.
El Presidente insistió en la importancia de ver la realidad que nos rodea. “Si por ser un fenómeno feo, nos hacemos los distraídos y miramos para un costado, solo nos queda el camino de ir envenenándonos como sociedad. No es que no tenga que existir represión, pero es impotente ante la fenomenal tasa de ganancia. Esta táctica de ‘plata o plomo’ ha hecho del narcotráfico una especie de enemigo irresistible si lo único que se levanta es la represión”, dijo.
“Para nosotros el eje central de la lucha es arrebatarles el mercado, que esto deje de ser negocio, porque sencillamente los costos no dan para competir. Esta es la filosofía de lo que estamos planteando, pero debemos discutirlo como nación”, aseguró Mujica, quien instó a “hurgar” con inteligencia en estas cuestiones y a no ser cerrados ni pasionales. “No hay medidas mágicas, tenemos que empezar por reconocer que estamos ante un enemigo muy superior. Setenta años de represión por América Latina y el fenómeno permanece, crece y se mete en la intimidad de las grandes urbes, camina por las redacciones, consigue abogados, levanta candidaturas y hasta domina algún estado”, reflexionó.
El jerarca recordó que el grueso de la cocaína se produce en América Latina, pero el grueso de esta se consume en el mundo rico. Dijo que se terminó la etapa del “narcotráfico filantrópico del Escobar” y que hoy estamos ante otro fenómeno, que “Uruguay hace fuerza para no ver porque es espantoso. Eso es lo más peligroso, la sensación de no querer ver la realidad”, concluyó.
De presidencia.com
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