La cifra es más alta que la de 2023, lo que demuestra que las medidas tomadas no lograron “frenar ni revertir la situación”; en los centros de contexto socioeconómico muy desfavorable el ausentismo crónico es de 78%. Hasta agosto de este año, el 66,3% de los alumnos de educación primaria pública presentaron “ausentismo crónico”, ya que faltaron al 10% o más de los días de clase lectivos.
Ese es uno de los principales hallazgos del último reporte del Mirador Educativo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), referido al Ausentismo crónico en la educación primaria pública, del período marzo-agosto de 2024.
El documento, a cuyo adelanto accedió Búsqueda, se presentó públicamente el jueves 5 en el Parque Tecnológico del LATU. El problema del que da cuenta no es nuevo y, pese a la preocupación de las autoridades educativas, está en expansión. Eso lo refleja otro estudio complementario que analiza los niveles de ausentismo crónico en la primaria pública en 2019, 2022 y 2023. En esos años el ausentismo fue de 46,1%, 54,5% y 59,3%, respectivamente.
Dentro de los meses analizados de 2024 se ve que la tasa de ausentismo acumulado aumenta mes a mes. “Este agravamiento del fenómeno refleja que las diferentes medidas llevadas a cabo en el sistema educativo, como las vinculadas al Plan Asiste, no estarían logrando frenar ni revertir la situación”, advierte el informe.
Un dato que sobresale al entrar en detalle es que existen diferencias significativas en los niveles de ausentismo crónico de acuerdo con el contexto socioeconómico de los centros educativos.
Mientras en las escuelas de contexto muy desfavorable el 78,5% de los alumnos son ausentes crónicos, en las de contexto muy favorable lo son el 52,2%. En Montevideo el fenómeno es mayor que en el interior, 74,9% frente a 62,5%. En las escuelas rurales el nivel de ausentismo crónico es más alto: 79,1%. Todas estas cifras son del informe de 2024.
Aunque el 50% de los alumnos asistió en promedio un 86% de los días de clase dictados, solo un 25% logró asistir más del 92% de las jornadas, es decir, faltó menos de medio mes de clase en seis meses. Además, un poco más del 25% de los niños no alcanzó a asistir el 80% de los días, consigna el informe.
El 66,3% de los alumnos que se ubican dentro del grupo de ausentes crónicos se desglosa en un 38,9% que registró ausentismo frecuente (asistencia mayor o igual al 80% y menor al 90%) y un 27,4% que tuvo ausentismo severo (asistencia inferior al 80%).
El estudio muestra que abril y julio fueron los meses con mayor promedio de asistencia (86%), mientras que marzo registró la asistencia más baja.
Si se analiza por grupos, el estudio establece que el ausentismo crónico es más frecuente entre niños que asisten a primer y segundo año.
En sus conclusiones, el informe de 2024 menciona que, entre los ausentes crónicos, la brecha entre la tasa de asistencia de las instituciones con mayor y menor nivel socioeconómico se amplía de forma continua durante el período. Por tanto, los alumnos de contextos socioeconómicos más vulnerables “tienen más probabilidades de ser crónicamente ausentes y presentan los menores niveles de exposición a clases”. Además, resalta que los alumnos de primer y segundo grado son quienes presentan los mayores niveles de inasistencia diaria y la mayor tasa de ausentismo acumulada entre los ausentes crónicos.
Ante este panorama, el reporte subraya la necesidad de diseñar políticas educativas focalizadas, “que atiendan las particularidades de cada grupo para garantizar la adecuada exposición al sistema educativo”, en especial en los centros más vulnerables, en los primeros grados y en Montevideo.
“Deterioro progresivo”
El informe que analizó los niveles de ausentismo crónico en la primaria pública entre 2019 y 2023 señala que si bien el incremento de las inasistencias tras la pandemia del Covid-19 es “un gran motivo de preocupación”, la problemática no es reciente, por lo que la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) ha impulsado estrategias desde hace ya algunos años con el fin de revertir esta situación. A través del Plan Asiste, que comenzó a implementarse en 2023, se buscó sumar a los indicadores y las alertas, ya utilizados, el monitoreo del ausentismo crónico, que permite determinar el porcentaje de faltas que acumulan los estudiantes a lo largo del año, explica el informe.
Los resultados “muestran una disminución de la asistencia en 2022 y 2023”; además, se observa que durante el año pasado “más de la mitad de los alumnos presentaron ausentismo crónico”, un fenómeno que se incrementa en las escuelas de contextos socioeconómicos desfavorecidos, especialmente entre los niños de primer año, sostiene el documento.
El informe analiza además la evolución de la tasa de asistencia, una medida que proporciona un enfoque relativo “al comparar la cantidad de días que cada alumno ha asistido con la cantidad total de días que le correspondía asistir”. De esta forma, señala que si bien en 2019 el promedio de asistencia fue de 88,6%, solo un poco más del 50% de los alumnos logró una tasa de asistencia superior al 90% de los días de clase.
La situación se agrava en los años más recientes, ya que la tasa promedio de asistencia disminuyó progresivamente, plantea el estudio. En particular, señala que en 2022 descendió dos puntos porcentuales (a 86,6%) y en 2023 otro medio punto (a 86,1%), “una tendencia que sugiere un empeoramiento en la asistencia escolar”.
El escenario también varía según el mes; es así que, si bien los meses de marzo, mayo y agosto muestran las tasas de asistencia más altas, diciembre es el mes con la tasa más baja, seguido de julio, sobre todo en los años posteriores a la pandemia.
El informe también considera la tasa de ausencia crónica mensual, calculada en función de la relación entre las inasistencias acumuladas hasta el mes correspondiente y la asistencia anual esperada. Así, señala que en 2019 al mes de junio un 6,5% de los alumnos ya había faltado al menos el 10% de los días lectivos, un valor que aumenta en 2022 y 2023 (13,3% y 12,3%, respectivamente). Al mismo tiempo, el estudio muestra que el porcentaje de ausentes crónicos comienza a aumentar de manera significativa a partir de mayo, con un crecimiento continuo a lo largo de los meses.
El reporte realiza una caracterización de los alumnos con tasas de asistencia iguales o menores al 90% con el fin de identificar las características de estos niños, así como de los centros a los que asisten. De los resultados se desprende que, si bien el incremento de los estudiantes con ausentismo crónico se dio en todo el país, el porcentaje es más significativo en el interior (31,9% ante 22,4% en la capital). Si bien Salto es el que presenta mayor ausentismo crónico en 2023, su tasa de variación “es similar a la tasa promedio nacional”. En cambio, Rivera y Montevideo “muestran altos niveles de ausentismo crónico pero con un incremento menor”.
Por otro lado, las escuelas ubicadas en contextos socioeconómicos más desfavorables son las instituciones que registran la mayor proporción de ausentes crónicos, aunque en los últimos años “ha habido también un mayor incremento en los quintiles más altos”. Al analizar por grados, el informe sostiene que si bien hubo un “incremento gradual en la proporción de ausentes crónicos en todos los años”, los porcentajes disminuyen de forma gradual a medida que el nivel aumenta. Primer año es el que registra la mayor proporción de estudiantes con esta condición.
El desempeño por categoría de centro educativo refleja que las escuelas de práctica y tiempo extendido son las que tienen menores niveles de ausentismo crónico. Sin embargo, entre 2019 y 2023 tuvieron un incremento en sus tasas de ausentismo que el informe califica como “preocupante”.
– Extraído de Portal Búsqueda
Sé el primero en comentar