Miles de personas se manifestaron este jueves contra el cierre fulminante del grupo audiovisual público ERT en Grecia, donde también tenía lugar una huelga general contra esta clausura que divide al propio gobierno griego. Los manifestantes se congregaron delante de los locales de la ERT en Atenas y Salónica, la segunda ciudad griega, para hacer que el primer ministro, Antonis Samaras, permita la reapertura de la radiotelevisión pública.
También hubo manifestaciones en otras ciudades del país. «ERT está y seguirá abierta», rezaba un cartel colgado de una de las paredes de estos locales. Otra pancarta desplegada delante del edificio histórico de la ERT urgía a los ciudadanos a «reaccionar», porque «lo están liquidando todo».
En la sala de control de la ERT en Atenas, ocupada por los periodistas que intentaban transmitir programas a través de la página internet del grupo y de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER), Evi Zerva, jefa de redacción, se alegraba por el «respaldo de miles de personas que vinieron a reclamar la reapertura de ERT» y del apoyo desde el extranjero.
Los periodistas del conjunto del sector audiovisual también están en huelga, por lo que no se emitieron boletines informativos. Los diarios salieron este jueves pero no saldrán el viernes, debido a una huelga en la prensa. Los transportes y las administraciones fueron las más afectadas por el movimiento convocado bajo el impacto del cierre fulminante de todos los canales de televisión y las cadenas de radio del sector público, decidida por el gobierno del conservador Samaras, una medida que suprime de golpe 2.700 empleos.
Samaras, cuyo partido Nueva Democracia es el único de la coalición gubernamental tripartita en apoyar la clausura de ERT, defendió el miércoles su decisión, calificando a ese ente de nido «de privilegios, de opacidad y de derroche».
Su portavoz, Simos Kedikoglu, detalló un proyecto de ley que se propone crear «una nueva radio, internet y televisión griegas», que debería llamarse Nerit S.A., y comenzar a funcionar hacia fines de agosto, con 1.200 empleados.
Pero los otros dos partidos de la coalición gubernamental, el socialista Pasok y la izquierda moderada Dimar, pidieron a Samaras una reunión con todos los interesados para hallar una solución con vistas a «la reapertura» de ERT.
Samaras informó el jueves que se reunirá el lunes con los líderes de estos dos partidos. El líder socialista, Evangelos Venizelos, afirmó el miércoles que hay «un ambiente de crisis política» e instó al primer ministro a «salvaguardar la unidad y el futuro del gobierno», formado hace casi un año luego de las elecciones legislativas en junio de 2012, que vieron mermar de forma radical el apoyo a los partidos tradicionales, con un trasfondo de colosal crisis económica y social.
El cierre de ERT fue condenado por numerosas organizaciones profesionales del sector de la prensa europea. Para Christophe Deloire, director general de Reporteros sin Fronteras (RSF), «la decisión de cerrar de modo casi marcial (…) a un grupo de televisión entero no deja de ser grave en una democracia». La Comisión Europea (ejecutivo de la UE) insistió en la función indispensable de un servicio audiovisual público en una democracia, aunque saludó la iniciativa del gobierno de presentar un proyecto de ley que reorganiza el sector.
Grecia se comprometió ante sus acreedores (UE, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a reducir el gasto público y a despedir a miles de funcionarios para fines de 2014, de los cuales 2.000 para fines de junio de 2013. El desempleo alcanzó un nuevo pico de 27,4% en el primer trimestre de 2013, más de dos tercios de los jóvenes menores de 24 años están sin empleo, según las cifras publicadas el jueves por el instituto de estadísticas griego.
Las protestas también denuncian la escalada de drásticos recortes presupuestarios en este país que atraviesa su sexto año de recesión y que vive bajo perfusión financiera de sus socios de la Eurozona y del FMI.
De Portal Adinet
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