EL LEGISLATIVO COMUNAL DISTINGUIÓ AL PLASTICO WILMAR LOPEZ

En sesión solemne de fecha 12 de diciembre de 2013, la Junta Departamental de Tacuarembó rindió homenaje al acuarelista tacuaremboense Wilmar López. La ceremonia respondió a la Resolución 045/13 que entre sus considerando sostiene “que el artista es un tacuaremboense destacado que ha realizado decenas de exposiciones nacionales, e internacionales en países como Paraguay, Argentina, México, República Dominicana, Canadá y España, entre otros”. La sesión estuvo presidida por Luis E. Sosa, quien expresó que “para mi es un gran honor en esta noche presidir esta Sesión Extraordinaria en la que estaremos rindiendo un merecido homenaje a uno de los ciudadanos ilustres de nuestro departamento, como lo es el señor Wilmar López, declarado como tal por la Intendencia Departamental de Tacuarembó y por este Órgano Legislativo”.

Al presentar al artista tacuaremboense, el comunicador Jorge Saavedra como conductor de la ceremonia manifestó: “Wilmar López, dibujante, acuarelista, pintor, decorador y por momentos guitarrero y cantor. El flaco Wilmar ha puesto en cada tarea que ha realizado lo mejor de su sensibilidad que transmite en golpes de colores que se registran en escenarios, decorados, afiches publicitarios, cuadros, murales, y sobre todo ha resaltado y destacado al Gaucho y al Caballo.

El 7 de abril de 1924 en un humilde hogar, cercano al Sandú, en la calle La Paz hoy José Pedro Varela, nacía el primero de siete hermanos que una madre prácticamente sola debió criar ante la muerte temprana de su padre. Tiene ocho hijos, nietos, bisnietos, en Uruguay y en otras partes del mundo. Su infancia transcurrió con modestia pero con una enorme dignidad, pescando tarariras en el Tacuarembó Chico o mojarras en el Sandú, con la honda en el bolsillo de su pantalón cortito.

Nació hincha de Fiat Lux, camiseta celeste y short y medias negras al igual que los Campeones Olímpicos Uruguayos de 1924, año de su nacimiento. Las vueltas de la vida lo llevaron a que antes de viajar a la capital fuera golero de Oriental.

Su primera acuarela la realizó en la escuela del Barrio Ferrocarril. Fue alumno aquí en Tacuarembó del Prof. Perico Alonso, mandadero de la Farmacia Colón del Pato, Carlos Segundo Escayola, hermano de Gardel. Desde muy chico se dedicaba a realizar caricaturas de los contertulios y visitantes que llegaban al lugar, asombrándolos tanto como a su maestra de 4º año que primero enojada y luego deslumbrada, por los dibujos que habían inutilizado los cuadernos de educación primaria le dijo que ya no tenía nada que enseñarle en esa materia y que su madre le consiguiera un profesor de dibujo.

Decide marcharse a probar suerte en Montevideo, con unos poquitos ahorros luego de cambiar el pasaje en el ferrocarril a cambio de realizar la tarea de peón, cuidando el ganado en los olorientos vagones de carga. Se instaló en el Buceo primeramente y en el Barrio de Malvín últimamente. Se formó con Carlos María Herrera (hijo) en Clases de Figura; con Edgardo Riveiro en Clases de Composición y Estructura; Clases de Color con Frangela Verdie y con Bourre Herrera en Argentina. Fue el primer dibujante uruguayo de pintar en vivo en la televisión de nuestro país, en los viejos galpones de Canal 10, en SAETA, hoy donde están las ruinas del Cilindro Municipal allí estaba el Canal y allí estuvo Wilmar cuando todo se hacía en vivo.

Fue Director de Arte de importantes Agencias de Publicidad de Montevideo, así comenzó a ganarse la vida. Entre tantas cosas que hizo en su vida con el arte, creó el logo de Liverpool, el equipo del cual es hincha en la capital y también el escudo del Tacuarembó Fútbol Club.

Múltiples exposiciones nacionales e internacionales en México, República Dominicana, Canadá, Paraguay y Argentina como hacíamos mención hace minutos. Pintó para Presidentes de la República, entre ellos, Julio María Sanguinetti. Pero, sin lugar a dudas, que su obra está y estará por siempre ligada a la Fiesta de la Patria Gaucha y tal vez el Gaucho Don Tico sea su obra más querida dentro de esos que identifican a nuestra fiesta.

En el cumpleaños Nº 70 de Wilmar, organizado por un grupo de amigos entre ellos el Escribano Enrique Porcile, el Escritor Tomás de Mattos expresó textualmente: “Un hombre con una bohemia tan inefable como convencida y una coherencia encomiable, que tanto en la vida real como en el arte, jamás se consideran claudicaciones. ¡Salud!”.

Por el Partido Colorado habló el edil Nildo Fernández, donde expresó: “su paleta de ricos colores comunica el culto a la historia y las tradiciones, junto a una permanente reivindicación del ser y la identidad nacional”. Por el Frente Amplio lo hizo el legislador comunal Iriomar Chagas, subrayando la figura de López: Hablamos sin ninguna duda de un gran artista, destacado dibujante publicitario que ha logrado como acuarelista su mejor expresión artística.

Reconocido y premiado en el exterior. La modestia que lo caracteriza nos hace un tanto limitado el poder conocer toda la dimensión de su trayectoria y su obra”. Por la bancada de la lista 400 del Partido Nacional, el curul Ignacio Borad Texidor dijo que “ya se ha resaltado por allí también un montón de exposiciones que ha hecho Wilmar López por Uruguay y el mundo, cosa que nos convoca a reflexionar acerca de si aquello de que nadie es profeta en su tierra no tiene un poco de razón, pero aquí estamos reconociéndolo, homenajeándolo y con mucho gusto”.

El edil Julio de los Santos en representación de la oficialista lista 50, al destacar al homenajeado puntualizó que para hablar de su labor “vonsultamos a Graciela González, reconocida plástica de nuestra ciudad y basándonos en su opinión que desde ya consideramos muy valiosa, decimos que su producción, su trabajo, sus acuarelas, es de las mejores del país, por su refinada técnica que exige un trabajo muy duro y es fruto de una inspiración renacentista única. Dicho esto, por su propuesta renovadora y de una riqueza admirable, dignas del lugar que ocupan a nivel nacional e internacional. Sin dudas, en su trabajo asoma permanentemente la sensibilidad exquisita y la profundidad de su mirada con la que ingresa a las profundidades del alma campesina y a la complejidad humana de los citadinos”.

Cerrando la parte oratoria el propio Wilmar López, dijo: “Antes que nada, gracias con todo mi corazón, gracias amigos, señores de la Patria Gaucha y de la verdad, ustedes son verdad señores, gracias. Yo modestamente me siento muy orgulloso, tenía que haber estado mi madre para escuchar vuestras palabras que fue la que me dio, terminando el hospital salía al tranquito a darle de comer a los hijos, a marcarles la hora de la escuela que no había que faltar y ahí un sinnúmero de motivos, es verdad.

Decía de mi madre una señora, que volcó todo su amor por sus hijos, fíjense señores, señoras y señoritas, doctores, tribuna en general, que esto es un homenaje que muy pocos hombres pueden recibir con la alegría que estoy recibiendo yo en este momento y con la emoción profunda de buen hombre del Sandú, con pureza, con simpleza, con amor, eso si, amor, amor como quiero a todas las flores del mundo que acá cada uno de ustedes son una flor, una flor con distinto perfume, como mi mujer que está ahí sentadita, como mi madre que siento el perfume todos los días pero siempre y cuando hago unos trazos que tienen que ver con sus ojos, siento algo que me hace vivir, acá estas cosas.

A ustedes les doy todo mi agradecimiento con toda mi alma, nunca soñé que iba a ser tan extenso y hermoso este trabajo de esta Junta de hombres que saben lo que dicen, hablan verdades y eso enorgullece a cualquier hombre que esté acá, sea el flaco Wilmar o quien fuere.

Agradezco, vuelvo a agradecer, ya emocionado a todos y a todas y ¡ojalá! un día me de el tiempo para poder hacer un boceto de cada uno de ustedes para hacer el mural más lindo que voy a traer, desde la entrada a Tacuarembó hasta la Laguna de las Lavanderas.”

Quien presidió la sesión solemne, edil Luis E. Sosa, entregó a Wilmar López una fotografía de la propia Junta Departamental de Tacuarembó. Al culminar la ceremonia varios amigos se acercaron a saludar al acuarelista coterráneo.

“Uno de mis orgullos, manifestado una y mil veces, es haber nacido en un departamento como Tacuarembó, tan rico en paisajes, de cielo tan azul, montes tan verdes…” dice Wilmar López en “Tacuarembó, historia de su gente” de Sylvia Puentes de Oyenard, y agrega “abordar el tema del hombre supone, entre otras cosas, aprender cada día a descubrir sus miserias y sus grandezas, su profundo misterio, su poesía… es aprender a respetarlo como una forma de respetarnos a nosotros mismos”.

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