En su habitual audición por radio M24, el Presidente José Mujica se mostró preocupado por la desinformación que circula sobre los planes mineros en Uruguay, ante lo cual insistió en que los distritos de extracción ocuparán un promedio de entre 40.000 y 50.000 hectáreas y que los gases contaminantes que pueda emitir esta actividad apenas equivalen al que producen 100.000 vacas. Mujica sostuvo que, cuando se trata de datos, de medir tecnología y difundir esa información, “tenemos que estar contestes a los parámetros de la realidad, porque, en caso contrario, lo único que estamos discutiendo es bronca, o en todo caso, buscamos otras intenciones y no aclarar, intercambiar y construir”.
A modo de ejemplo, indicó que, al hacer una comparación con los gases contaminantes que pueda emitir el proyecto minero que tiene que ver con la zona de Valentines, resulta que es el equivalente al que producen 100.000 vacas, “y a nadie se le ocurre que no tengamos vacas”, enfatizó. El rodeo total del país ronda los 12 millones de bovinos. Asimismo, aclaró que existen en el país más de tres millones de hectáreas pedidas para hacer prospección del subsuelo, sin embargo la información científica indica que en una dimensión de esa superficie el promedio posible de extensión de los distritos de extracción puede oscilar entre 40.000 y 50.000 hectáreas y lo máximo serían de 100.000 hectáreas.
“Quiere decir que en tres millones y pico de hectáreas no puede haber una superficie de minas equivalente a eso porque, si la hubiera, bueno, los uruguayos estaríamos condenados a vivir de rentas. No existe en el mundo algo que se pueda comparar a eso”, sentenció.
Resaltó que Uruguay no debería renunciar a ningún tipo de producción, sino que debe diversificar. “No vamos a ser jamás una potencia minera, porque, por un lado, no tenemos semejantes recursos y, en definitiva, por las dimensiones del país no podemos esperar serlo, salvo que hubiera un milagro”, expresó.
En ese sentido, señaló que existe un “sentido de hiperdimensión de todo, que es una fantasía, que puede, primero estar generada por mala información, segundo, por información tendenciosa que busca el estancamiento del país, el no-progreso, el no-avance del país, utilizando los recursos que tiene”.
Respecto del cuidado del ambiente, sostuvo que la preocupación más importante del país es el efecto que genera la erosión del suelo. Ante ello afirmó que el Gobierno estableció la obligatoriedad de rotaciones de uso de la tierra con un conjunto de restricciones. “Pero nadie dice nada de esto”, cuestionó.
A su vez, indicó que Uruguay modificó su código de minería, pues seguir con el que estaba condenaba a mucha gente. «Se trajeron experiencias modernas más afinadas y, aunque no creemos que hayamos hecho un trabajo perfecto, este se logró tras una larguísima discusión política”, afirmó.
Por todo ello, el Presidente Mujica enfatizó “que se puede opinar como se quiera, pero no se pueden largar cifras e información que son fantasías como una especie de terrorismo ambientalista, inventando cosas de un grado de exageración que no tienen que ver con la realidad”.
Por otra parte, señaló que se debe aplaudir la preocupación por la sustentabilidad del ambiente y que lo que sí debe preocupar son las personas afectadas —unos 50 arrendatarios— que no pueden quedarse sin tierra para vivir.
Son pequeños y medianos productores, pero no propietarios de su tierra, aclaró. “Esos arrendatarios, así como están las cosas, quedan desamparados y somos conscientes que hay que hacer mucho por ellos”, indicó.
“Por eso merece que nos empecemos a informar con largueza de este asunto, empezando por definir las dimensiones”, advirtió.
Finalmente insistió en que la primera dimensión a tener en cuenta es que el sistema de prospección concedido en Uruguay abarca tres millones de hectáreas, pero la experiencia nacional y sobretodo internacional indica que, con en esa cantidad de tierra en estudio, no puede dar más de 50.000 a 100.000 hectáreas de futuros distritos mineros.
“Si hubiera tres millones de hectáreas continuas de minas probablemente nos transformaría en una potencia mundial desde el punto de vista de los recursos económicos”, dijo.
“Pero no es así. No hay que sembrar sustos, ni hay que tener fantasía”, alertó.
Por tanto “tendremos que seguir trabajando con las vacas, con los árboles, con la agricultura, con el turismo, con la lucha de sostener la pradera contra la erosión, multiplicando las fuentes de riego sobre todo para aumentar la productividad de la tierra”. “Y, si podemos hacer un poco de minería, sería una diversificación del Uruguay del futuro”, observó.
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