LA HILERA: Mujica pidió perdón por demorar con la electricidad

En el cierre del acto por la conexión eléctrica de las localidades tacuaremboenses de La Hilera y Paso de los Novillos, José Mujica pidió perdón en nombre de toda la sociedad por tardar tantos años en proveer de este servicio esencial para la vida cotidiana. Tras agradecer a los lugareños por haber “aguantado tanto”, el Presidente dijo que esta obra es un deber moral cuya concreción busca la igualdad de todos los uruguayos. Mujica, en una breve alocución ante los presentes frente a la escuela de La Hilera, se disculpó en nombre del Estado por haber demorado hasta ahora y, a la vez, dio gracias, por la paciencia que tuvieron, “en primer lugar a las mujeres que han tenido hijos en estas condiciones, en segundo lugar a los trabajadores de la zona y también a los maestros, que en esta soledad hicieron lo que pudieron y sembraron conocimiento”.

“El país tiene que pedir perdón por haber llegado tan tarde”, insistió.
Agregó que, pese a los defectos, hay empresas públicas encargadas de haber hecho esto posible, porque la actividad privada nunca había pensado en estos lugares con pocos habitantes porque no les es redituable. 
“Esto es un deber moral, pues no es negocio hacer semejante línea, que tiene tanto costo para tan pocos clientes”, añadió.

Posteriormente, el mandatario reflexionó sobre la población beneficiaria de este esfuerzo por llevar la electricidad a lugares muy alejados de los grandes centros poblados. “Los grandes propietarios de tierra no viven en el campo, hace rato que están en la ciudad, lo cual comprueba que hay una cuestión de clases, ya que los que quedan son los humildes, que viven con un pedacito de campo y la pelean”, indicó.
Sin ánimo de enjuiciar a ningún gobierno del pasado, como aclaró, el Presidente agregó que no está “para tirar piedras, pero estamos para no ocultar la realidad”. “Si queremos igualar, tenemos que hacer estas cosas, por eso, gracias por lo que aguantaron”, puntualizó.

En otro orden, mencionó la importancia del Instituto Nacional de Colonización, como lo hizo el martes al cerrar el foro denominado Diálogo Regional de Planificación y Movilización por el Año Internacional de la Agricultura Familiar, celebrado en Montevideo. “La reforma agraria se llama Colonización, entidad a la que solo hay que ponerle plata para cumplir con una función esencial para el desarrollo rural», apuntó. 
En esa línea, abogó por que el Estado, a través de esta institución, tenga tierras, pero no para hacer una fábrica de pobres sino para darle la seguridad a una familia de que viva allí, “si decidió agachar el lomo”, y cuando no quiera hacerlo más, que venga otro. “Esa es la política que tenemos que defender”, subrayó.

Finalmente les aconsejó que sigan plantando palmeras como manda la tradición, pero que también planten arbolitos frutales para los “gurises que van a venir mañana”.

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