“Llevo 64 años de lucha; ahora vendrá otra generación que lo hará mejor”, reflexionó el Presidente José Mujica ante una importante delegación de uruguayos radicados en Estados Unidos, reunidos en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington. Enfatizó que los compatriotas que viven en el exterior «son un capital del país», al tiempo que lamentó que aún no se haya podido «utilizar plenamente sus aportes». “No sabemos cómo será el mundo que vendrá, el que verán nuestros descendientes, pero creo en el destino de nuestro país, de nuestra nación, y en el valor de nuestro pueblo”, sostuvo Mujica en el encuentro mantenido el miércoles 14 por la tarde con una nutrida delegación de uruguayos residentes en Estados Unidos.
Las palabras finales del primer mandatario, al cierre de una intervención de media hora, fueron recibidas con un prolongado aplauso por los más de 400 uruguayos que se dieron cita en el auditorio del BID que lleva el nombre del hispano-uruguayo Enrique Iglesias.
Como ya es habitual en los encuentros con la diáspora, Mujica logró una inmediata sintonía con su auditorio, que lo acompañó en cada palabra, y rió y aplaudió en varios pasajes.
Mujica detalló los logros que su gobierno ha alcanzado en crecimiento productivo, aumento de la inversión y redistribución de la riqueza. “Somos el país más justo de América Latina, siempre lo hemos sido. En nuestro país no se ven las disparatadas diferencias de otras zonas de nuestra América”, indicó. Dijo que hay que evitar el enriquecimiento extremo de unos pocos mientras la mayoría sigue postergada, y que para eso se necesita “un Estado militante” en el impulso de políticas públicas para ayudar a la redistribución.
El Presidente sostuvo que tenemos un sistema político poco corrupto, un movimiento sindical duro pero honesto, y consideró que la convivencia y la estabilidad política están aseguradas en Uruguay. Habló del desarrollo de las fuentes de energía renovables, la urgencia de concretar la reconversión del ferrocarril y de las relaciones con la región.
Explicó las razones que lo indujeron a realizar una visita a Estados Unidos, y relató los logros alcanzados en su viaje. “Vine a tratar de colocar la producción de nuestro país, para hacer posible que nuestra gente tenga más trabajo y viva mejor”, apuntó, y aseguró que no dejó nada por el camino al realizar esta gira.
Luego vino el turno de las preguntas, que fueron desde la preocupación y el pedido de apoyo de muchos compatriotas por la falta de documentos y de derechos a pesar de vivir en Estados Unidos desde hace muchos años, a los reclamos por el derecho al voto en nuestro país, a inquietudes por la marcha del proceso de integración.
Mujica respondió e interactuó con sus interlocutores, explicando razones y exponiendo con crudeza los límites de sus potestades: que la concesión del derecho al voto en el exterior necesitaría de una mayoría especial y apoyo de otros partidos que no logró a pesar de intentarlo, que la modificación de la política migratoria de Estados Unidos está fuera de su alcance. Al finalizar el debate, llegó un largo rato de encuentros personales, abrazos, besos y fotografías con una pequeña multitud que se agolpó en torno al Presidente.
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