El ministro Roberto Kreimerman aseguró que la fábrica de celulosa Montes del Plata, de la localidad coloniense de Conchillas, implicará para Uruguay un importante incremento industrial y exportador, así como diversificará la producción y generación de empleo. Esta actividad, bajo máximo control, permitirá exportar por unos 700 millones de dólares por año y aumentará 1,5 % el producto interno bruto (PIB) del país. Kreimerman valoró como “muy significativo y positivo” que comience a operar en Uruguay una planta industrial con las características de las que comenzó a funcionar en Conchillas, departamento de Colonia.
«Con ella se sigue diversificando la producción nacional», puntualizó Kreimerman, ministro de Industria, Energía y Minería, quien dialogó con la Secretaría de Comunicación sobre la incidencia que genera en el país este tipo de emprendimientos.
“Pasamos de la carne y la lana, hace pocas décadas, a ramas tan variadas como las vinculadas a granos, carnes y lácteos y, más allá de la agroindustria, todo lo que son las nuevas tecnologías de la información, teniendo en cuenta lo potente que es Uruguay en la industria informática, además de la farmacéutica, automotriz, naval y maderera”, detalló.
En ese sentido, el jerarca explicó que la madera en el proyecto de Montes del Plata está involucrada en lo que refiere a su transformación —aserraderos, contrachapados o a nivel químico, con la celulosa—. Según indicó, esta industria representa un rubro importante del país, pero no el principal, justamente por la diversificación anteriormente mencionada.
Aseguró que el mundo puede atravesar hondas crisis o períodos de crecimiento, pero los distintos países y sectores se comportan de forma diferente. Es por ello que indicó que «tener vastas posibilidades hace que el país se estabilice y tenga, a lo largo de los cambios del ciclo económico capitalista, una menor vulnerabilidad”.
Por otra parte, consideró positivo que este proyecto se haya concretado dentro de este mismo período de gobierno. El acuerdo con la empresa para su instalación se comenzó a negociar en 2010, se firmó a comienzos de 2011 y su operativa se concreta en 2014.
Exportaciones – Este emprendimiento implica un aumento de las exportaciones del país, y por ende del ingreso de divisas. “Cuando Montes del Plata esté en régimen normal un año entero, las exportaciones representarán unos 700 millones de dólares”, afirmó.
Kreimerman explicó que este proyecto supone un incremento del producto bruto interno (PBI) del país. Durante la etapa de construcción tuvo una incidencia de 1%.
Agregó que todo el proceso que genera esa industria, que producirá 1,3 millones de toneladas al año, implica alrededor de 1,5 % del PBI.
“Uruguay también crece en escala con esto, por lo que tener una producción de 2,5 millones de toneladas de celulosa —sumando ambos emprendimientos instalados—, hace que los insumos pueden ser fabricados en Uruguay, porque hay escala para introducir nuevas industrias que provean a estas, que son las que están exportando”.
“Solo diversificar no alcanza” – El ministro explicó que la diversificación debe incluir cadenas productivas que generen nuevas industrias, que no sean exclusivamente de explotación de materia prima y exportación, para evitar que ese dinero se agote y que se produzca lo que denominó “una trampa del medio”, en la que uno aprovecha sus recursos, pero no se llega al nivel de vida de la población que esos recursos permiten.
“La superación de ‘la trampa’ tiene que ver con que se desarrolle un tejido productivo más denso. Hay economías de escala importantes, por eso hay que buscar cadenas productivas en la región (con Brasil por ejemplo), y en esto las pequeñas y medianas empresas tienen un papel fundamental: desarrollar servicios para la industria”, indicó.
Kreimerman aseguró que Uruguay tiene una excelente formación universitaria, reconocida por inversores extranjeros. “No nos eligen porque seamos más baratos que otros países, sino porque, además de la seguridad, la transparencia del sistema político y la forma de vivir la democracia, hay formación de calidad en el país. Hay que mejorar las tasas de egreso educativo, es cierto, pero viene siendo puntal para nuestro desarrollo”, agregó.
“El mundo se organiza en cadenas de valor. Uno tiene tres chances: quedar afuera, porque un porcentaje de industrias no necesita cadenas de valor, pero las que necesitan si quedan afuera simplemente no producen; quedar adentro, como un eslabón débil de la cadena con poco valor agregado, o quedar dentro como un pilar importante de la cadena con bastante valor agregado y tecnología propia”, indicó.
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas efectuó en abril una evaluación de todos los países del mundo y constató que Uruguay es el segundo en crecimiento industrial en los últimos diez años en América Latina. El organismo considera el valor agregado manufacturero, sea una agroindustria, una industria manufacturera o una industria del conocimiento basada en las nuevas tecnologías.
Otras ventajas – El jerarca mencionó algunas ventajas más del proyecto de Montes del Plata. Dijo que es un importante generador de puestos de trabajo, a partir de la consideración de la construcción de la planta, su operativa y los niveles de producción.
Este emprendimiento se autoprovee de energía, en base a biomasa. La empresa generará unos 170 megavatios —cuando esté en régimen— y de esos, 80 megavatios son excedentes que no necesitará. Ya existe un acuerdo para venderlo a la red eléctrica.
Esto se enmarca en la política uruguaya de diversificación de su matriz energética y de cuidado ambiental, en procura de energías renovables. “Hemos trabajado muy de cerca en el desarrollo nacional. Creo que vamos aprendiendo en cada inversión importante a tener más contenido nacional”, concluyó el ministro.
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