SE INVESTIGA DESENCADENANTES DE SUICIDIOS

Los indicadores de autoeliminación en Uruguay son elevados comparados con la región, explicó el director de Salud Mental del MSP, Ariel Montalbán. El promedio es 17 fallecidos por esta causa cada 100.000 habitantes. Al año mueren 600 personas por suicidio. Factores relacionados con el entorno, violencia intrafamiliar y consumo de drogas se incluyen entre los desencadenantes más frecuentes.

El director del programa de Salud Mental, Ariel Montalbán, definió la problemática como “un problema estructural”, ya que las cifras se mantienen en un rango de entre 16 y 17 por cada 100.000 habitantes, con algunas oscilaciones en los últimos años, excepto un aumento ocasionado en 2002 en coincidencia con la crisis económica. En Uruguay se registran al año entre 550 y 600 casos. “Es la principal causa de muerte violenta, por encima de los accidentes de tránsito y los homicidios, por eso es importante colocar el tema en el centro de la opinión pública y de la agenda política”, insistió. También consignó que las cifras en el mundo tienden a aumentar.

Históricamente, los mayores de 65 años son las personas más dispuestas a la autoeliminación. La tendencia se mantuvo en los últimos años y no aumentó en adolescentes, aunque se observa un incremento entre jóvenes de 20 a 44 años. “Nos preocupa particularmente esa franja etaria”, dijo. 

Montalbán valoró que los servicios de salud en general cumplen con las metas planteadas. “Uno de los objetivos de este período es fortalecer la fiscalización. En eso los medios de comunicación ocupan un lugar especial, dando a conocer los derechos que los usuarios tienen en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS)”, aseguró. También informó que existen diversas prestaciones dirigidas hacia la prevención del suicidio, ya sea en referencia a medidas generales o a la prevención selectiva e indicada.

En referencia a esta última modalidad, acotó que se desarrolla cuando es identificada la persona que intentó su autoeliminación y se efectúa el correspondiente seguimiento. “Se trabaja en un protocolo de seguimiento activo por parte de las instituciones, dado que el intento de autoeliminación es un predictor muy importante de la conducta suicida. Uruguay es uno de los pocos países que tiene la notificación obligatoria del intento de suicidio. A nivel mundial, la relación indica que por cada suicidio hay veinte personas que intentaron quitarse la vida», sostuvo. 

Entre las conductas que requieren especial atención, destacó que el consumo abusivo de alcohol es un factor preponderante. Existe una ordenanza que obliga a los prestadores a que, cuando un adolescente consulta por una situación de intoxicación alcohólica, debe ser derivado a una evaluación para definir qué tipo de tratamiento necesita. Se desarrollan modalidades de intervenciones breves, pautadas, moduladas, tanto para consumos problemáticos como para depresión.

“El suicidio es un fenómeno complejo, es necesario investigar. El ministerio promueve un enfoque territorial, porque sabemos que inciden factores del entorno, factores culturales, redes vinculares, integración y exclusión. No podemos decir que en todos los lugares se den los mismos factores”, manifestó.

Montalbán agregó que existen factores genéticos y vinculados a la composición de la sociedad en Uruguay. Además se refirió a la incidencia de la violencia de género en la niñez y los abusos a edades tempranas. Otro factor que considero es el estrés laboral. 

El director de Salud, Jorge Quian, en acuerdo con Montalbán, se refirió específicamente a la importancia de trabajar en prevención del suicidio con las familias desde la infancia. “Las primeras que deben prevenir son las familias, porque el núcleo fundamental de los aprendizajes que nos acompañarán toda la vida está en ellas”, concluyó.

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