El titular de la DINAMA, Alejandro Nario, se refirió al Plan de Acción de la Cuenca del Río Santa Lucía e informó que el nuevo visualizador satelital detectó que de los 3.000 padrones que componen la zona, el 10 % no tiene sus cultivos a la distancia exigida de los cursos de agua. El próximo paso será notificar a los que incumplen la normativa para que incorporen las distancias exigidas en el próximo cultivo o zafra.
Alejandro Nario participó este viernes 17 de julio de una Reunión Extraordinaria de la Cuenca del Río Santa Lucía, en la cual se analizó la incidencia del déficit hídrico en esa región. En la ocasión, informó sobre algunos avances en dos de las medidas incluidas en el plan de acción para la protección del agua en la cuenca.
La medida número ocho instaura una zona de amortiguación o buffer en la cuenca hidrográfica sin laboreo de la tierra y uso de agroquímicos para conservación y restitución del monte ribereño como forma de restablecer la condición hidromorfológica del río. En este caso, Nario dijo que se comenzó a utilizar un visualizador de datos que será de difusión pública a partir de agosto, para verificar los padrones existentes y desechar las diferencias que se pudieran generar al comparar imágenes satelitales.
Luego se procedió a delimitar la llamada “franja buffer” por todos los cursos de la cuenca, con un margen de error de unos cuarenta metros, debido a la diferencia de imágenes satelitales, con las cuales se verificaron tres situaciones: cumplimiento total de las exigencias, incumplimiento total de las exigencias, e indefinidos (que no pueden clasificarse por el error de imagen mencionado). Nario aseguró que de los 3.000 padrones registrados en la zona, 300 estarían incumpliendo las normativa y otro tanto fue ingresado en la franja de indefinidos.
Con los datos recabados, el próximo paso será notificar a los que incumplen con la normativa para que en el próximo cultivo o zafra incorporen las distancias exigidas en sus cultivos, acción que deberá ser certificada por un agrimensor.
Por otra parte, la medida número 1 aborda el control de la degradación ambiental de la cuenca en lo que respecta al tratamiento de efluentes industriales. En este sentido, el jerarca aseguró que el Gobierno es muy estricto con las exigencias que plantea y que inclusive convocó a un experto internacional para capacitar a los industriales en la elaboración de sus nuevos proyectos de readecuación.
Reconoció que esto generó algún retraso en los resultados, pero aseguró que los proyectos se aprueban y las plantas se están construyendo. “Las empresas que inclumplen con los plazos son las menos”, dijo el jerarca quien aseguró que se las intima a cumplir en tres meses con las exigencias y que, en los casos en que no acatan, se les aplican multas y se suspenden sus actividades.
Nario agregó que estas obras son objeto de un importante seguimiento con reiteradas inspecciones y que el sector invierte unos US$ 30 millones, lo cual, consideró, denota un gran compromiso por parte del sector industrial.
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