El presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Ernesto Stirling, destacó que se logró una productividad de 8.400 Kg. por hectárea, lo que también contribuye a consolidar al país como uno de los principales productores mundiales ubicándolo en el séptimo lugar. En la zafra 2011-2012 se cultivaron 182.000 hectáreas. La gremial trabaja hoy con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en proyectos fundamentales para el sector. Con una cosecha de 8.400 kilogramos de arroz por hectárea la productividad de la zafra 2010-2011 fue muy buena y significó una cifra récord para el país y posiblemente una de las principales en el mundo, aseguró a la Secretaría de Comunicación el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Ernesto Stirling.
El volumen cosechado de 1:600.000 toneladas del grano también marcó un récord, agregó. El 95% de esa cifra se comercializa al exterior en los meses de enero y febrero. El 5% restante queda para semilla y consumo interno que, según la ACA, se sitúa en los 17.7 kilogramos por habitante por año, lo que representa uno de los más bajos de la región. Según el directivo, y considerando la proyección de exportaciones para el período 2011-2012, Uruguay ocupa el séptimo lugar mundial y el segundo en Latinoamérica, por debajo de Brasil. Los principales compradores del arroz uruguayo son, en estos momentos, Irak, Perú, Europa en su conjunto, Irán y Brasil, en ese orden.
Trabajo conjunto – Stirling señaló que la superficie cultivada de arroz está limitada por la cantidad de agua que pueden embalsar las represas de los productores, de las cuales proviene el 50% del líquido con que se riega el arroz. Ese porcentaje varía año a año. En la zafra 2010-2011 se cultivaron 195.000 hectáreas mientras que en la zafra 2011-2012 esa cifra descendió y se ubicó en 182.000 hectáreas.
El precio internacional es, en promedio histórico, uno de los más altos y se sitúa en un rango de entre U$S 500 y 550 la tonelada. No obstante, advirtió que anualmente los productores ven subir los costos entre un 10 y un 15% lo que, a su entender, debería revertirse para no perder competitividad.
Stirling reconoció que el relacionamiento de la gremial con el Poder Ejecutivo, y en particular con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), «es muy bueno» y en la actualidad se trabaja en proyectos conjuntos, que consideró fundamentales para el sector, como la detección de residuos agroquímicos en el arroz, huella de carbono y proyectos de represas multiprediales.
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