El riego en Uruguay cubre unas 225.000 hectáreas, pero el objetivo de la Ley de Riego es duplicar el área, explicó el ministro Tabaré Aguerre. Esta herramienta se incorporará “sin dudas” a la producción uruguaya por razones de rentabilidad, aseveró el jerarca, pero la normativa garantizará el acceso a este avance a todos los productores, incluidos los de pequeña y mediana escala, estrictamente bajo la normativa de suelos.
“El cambio tiene como objetivo principal fomentar y estimular un uso más eficiente del recurso hídrico, para mejorar la productividad y sostenibilidad del sistema agrícola, lo que implica incremento del rendimiento y competitividad abarcando a toda la cadena, en un país donde tenemos mucha agua de lluvia pero mal distribuida”, sostuvo en el Parlamento el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, con la finalidad de defender el proyecto de Ley de Riego.
“Está demostrado que incorporar el riego como una tecnología moderna, asociada a un proceso de producción en la agricultura de secano, beneficiaría al productor y a la cadena, como también impactaría en el resto de la economía de forma muy importante”, enfatizó.
Hoy solo se almacena el 5 % del agua que cae y el resto termina en ríos y el océano pero, si se almacena otro 5 %, Uruguay estaría en condiciones de regar 500.000 hectáreas bajo la normativa de suelos.
Actualmente hay 225.000 hectáreas regadas, 200.000 de ellas destinadas al arroz, con un 90 % del agua para riego destinado a esta producción. El ministro explicó a los parlamentarios que “el suelo tiene una capacidad de almacenamiento como para que las plantas no sufran en verano por 15 días y en invierno por 25 días”.
Las modificaciones al texto original remitido incluyeron la figura de la Sociedad Agraria de Riego, que complementa la Asociación Agraria de Riego: “Se incorpora que al menos un 10 % de la inversión y 10 % de la superficie regada sea de productores”, aseveró.
“Lo que sería deseable es que sean los mismos productores los que generen esas inversiones. Ahora, por la magnitud de esas inversiones hace necesario que aparezcan operadores en riego de la misma manera como invierten en plantas de silos o empresas de transportes”, abundó.
“Qué el riego se va a incorporar en Uruguay no hay ninguna duda por una cuestión de rentabilidad”, dijo Aguerre, pero “si sigue siendo incorporado de la forma actual donde cada productor haga su propia obra probablemente los pequeños y medianos productores nunca tendrán riego lo que producirá exclusión en la cadena”.
“La competencia en el recurso hidráulico la tiene el MVOTMA a través de la Dirección Nacional de Agua pero somos miembros de un mismo equipo de trabajo en el Gobierno. El Estado otorgará concesiones condicionadas al cumplimiento de una normativa para que no afecte el derecho de terceros o el ambiente”, aclaró.
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