La negociación para alcanzar un tratado de libre comercio con China puede derivar en beneficios para el sector agroindustrial uruguayo, que representa el 97 % del comercio con ese país, opinó el ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre. El acuerdo aumentaría la calidad de la carne colocada, derribaría aranceles en lácteos, fortalecería ventas de arroz y posibilitaría exportaciones con mayor valor agregado, sostuvo. A pocas horas de regresar de la misión oficial a China, encabezada en su primera parte por el Presidente, Tabaré Vázquez, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, presentó este viernes los datos más relevantes logrados para la cartera que dirige.
“Con este viaje, se promovió un mayor conocimiento normativo, institucional, en políticas productivas y se entendió el dinamismo de un mercado importante para nuestro país y que tiene gran potencial de crecimiento, por lo que el Gobierno genera las posibilidades comerciales para que el sector privado concrete sus negocios”, expresó.
En la oportunidad, destacó que se actualizó el protocolo sanitario de la soja, que establece que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) produzca ese grano con niveles de proteínas mejoradas para consumo humano, de forma de que sea vendido al mercado chino. Además, sostuvo que «se abrió la puerta» para colocar cítricos, arándanos, maíz, cebada y remarcó el fuerte interés en fortalecer la exportación del sector forestal, cárnico, lácteo y arrocero.
“Con la situación arancelaria de hoy vendemos el 75 % de la soja, 50 % de la carne y gran parte de los lácteos. Un tratado de libre comercio permitirá que el gran ganador sea nuestro sector agroindustrial, porque es el que tiene el 97 % del comercio. Sin tratado. Ya vendemos el 26 % de las exportaciones de bienes del país. Hay que evaluar cuanto se gana y se pierde como país pero está tomada la decisión política de transitar por ese camino”, expresó.
Además razonó que el posible tratado mejoraría la inserción de productos con mayor valor agregado.
“China es un país donde hay 450 millones de personas que todavía no llegaron a consumir nuestros productos alimenticios, por lo que debemos tener una plataforma para diferenciarnos como país; y luego, que el sector privado genere estrategias de negocios». «El vínculo tiene un intermediario —la tecnología— que se debe tener muy en cuenta, puesto que el 12,5 % de las transacciones se realizan por esa vía”, sostuvo.
“Tampoco quiere decir que concentremos toda nuestra producción en China, sino que también miramos a Estados Unidos, Rusia, Alemania, entre otros. Uruguay tiene que encontrar la mejor combinación para vender sus productos tratando saliendo del modelo clásico, el que es logro el estatus sanitario y luego vendo. Acá también miramos anticipadamente lo arancelario y la diferenciación de la calidad y como fidelizar a los clientes”, consideró el secretario de Estado.
«La modificación del control de natalidad por parte del Gobierno de China determinará que esa nación requerirá mayor cantidad de alimentos. Ahí es la oportunidad para aumentar el posicionamiento de nuestra soja, carne y lácteos”, opinó.
El ministro también mencionó que quedan por concretar el acuerdo con la Oficina de Programas Internacionales de ese país, el protocolo para el ingreso de arándanos, la habilitación para la exportación de arroz “que está a punto de firmarse” y la misión de auditoría para colocar miel.
El jerarca estuvo acompañado por los presidentes de los institutos nacionales de Carne, Federico Stanham; de la Leche, Ricardo De Izaguirre; de Investigación Agropecuaria, Álvaro Roel; de Semillas, Pedro Queheill; el director de Asuntos Internacionales de Ganadería, Mario Piacenza, y empresarios de distintos sectores productivos.
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