A partir de fondos aportados por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) entre 2009 y 2016, aumentaron 50 % las publicaciones y se duplicó la cantidad de personas que cada año obtuvieron el doctorado. La estrategia del ente estatal es generar conocimiento en base a la agenda de desarrollo de Uruguay y sus resultados son medidos en divulgaciones, productos técnicos aplicados y formación de recursos humanos.
“La capacidad de generar conocimiento es fundamental para transferirlo al sector productivo y a la sociedad”, señaló a la Secretaría de Comunicación Institucional Ximena Usher, responsable del Área de Evaluación y Monitoreo de la ANII.
El informe presentado por esta área analiza la evolución de los fondos Clemente Estable y María Viñas, aprobados en 2009 para investigaciones que comenzaron al año siguiente y culminaron entre 2012 y 2013.
La primera edición del Fondo Clemente Estable para investigación básica data de 2007. El correspondiente informe de evaluación se encuentra en el sitio web de la ANII. En 2009 se sumó el Fondo María Viñas para fomentar investigaciones aplicadas.
Según la definición del informe, la investigación básica consiste en trabajos experimentales o teóricos para obtener nuevos conocimientos, sin pensar en ninguna utilización determinada. En cambio, la investigación aplicada se basa en trabajos originales realizados para adquirir nuevos conocimientos dirigidos hacia un objetivo práctico específico, con el fin de solucionar problemas concretos.
Esos dos fondos, a su vez, funcionan en tres modalidades, que son los proyectos de excelencia con alto requerimiento de gastos e inversiones (I), los de excelencia en disciplinas con bajo requerimiento de gastos e inversiones (II) y los dirigidos a jóvenes investigadores, particularmente para tesis de posgrado (III).
En total, de la generación 2009, el Fondo Clemente Estable recibió en las tres modalidades 322 proyectos postulados, de los cuales se aprobaron y ejecutaron 77.
El Fondo María Viñas analizó 289 postulados y aprobó 65 de ellos.
Para Usher, la tasa de aprobación no refleja la calidad de los proyectos, sino que responde a la oferta limitada de fondos, por lo que se seleccionaron aquellos proyectos más destacados en todas las áreas del conocimiento.
En cuanto a las áreas del conocimiento, el mayor nivel de aprobación del Fondo Clemente Estable se registró en Ciencias Naturales y Exactas, con 60 % del total, seguido por Ciencias Médicas y Salud, y Ciencias Agrícolas. En tanto, en el Fondo María Viñas, la mayor cantidad de proyectos aprobados correspondió a Ingenierías y Tecnologías, y en Ciencias Agrícolas con 21 y 19 proyectos aprobados, respectivamente.
Conocimiento y divulgación
En términos de resultados, la producción bibliográfica registra que más de 90 % de las investigaciones en ambos fondos y para las tres modalidades cuentan con al menos una publicación bibliográfica arbitrada.
El Fondo Clemente Estable, en las modalidades I y II, implicó una cantidad de proyectos que efectivizaron entre tres y cuatro publicaciones (23 % de las investigaciones), entre siete y ocho publicaciones (12 % de las investigaciones) y más de 10 publicaciones (21 % de las investigaciones). En cuanto a la III, 60 % de las investigaciones realizaron entre una y dos publicaciones y 12 % realizaron entre tres y cuatro.
En el caso del Fondo María Viñas, en las modalidades I y II, el 60 % de las investigaciones realizaron entre una y cuatro publicaciones y 17 % realizaron entre cinco y seis. En la III, la producción bibliográfica consistió en 41 % de las investigaciones que realizó entre una y dos publicaciones, seguida por 19 % que publicó entre dos y tres piezas, 14 % entre cinco y seis y 12 % con siete y ocho divulgaciones.
El análisis de producción técnica tiene en cuenta los procesos o técnicas creadas, productos tecnológicos y trabajos técnicos. En la modalidad I y II el promedio fue de 2,22 productos por investigación del Fondo María Viñas y 0,63 del Clemente Estable y en la modalidad III, 0,26 y 0,17 productos técnicos para ambos fondos, respectivamente.
La agenda-país del conocimiento
Usher subrayó que este tipo de seguimiento de los fondos que otorga la ANII es importante porque permite observar cómo evoluciona la generación de conocimiento, al tiempo que es un instrumento de transparencia.
Agregó que la investigación es importante, sobre todo cuando se basa en requerimientos dados por las necesidades productivas.
A su vez, consideró que este tipo de desarrollo determina la mejora en la capacidad de creación de innovaciones, conocimientos y formación de personas, que, aunque se capaciten en el exterior, aplican sus conocimientos en el país.
“La generación 2007 solo contó con el Fondo Clemente Estable y en su momento tuvo un impacto muy importante porque hacía mucho tiempo que no había este tipo de financiamiento en el país”, resaltó Usher.
Enfatizó que, a nivel de publicaciones, entre 2009 y 2016 se registró un crecimiento de más del 50 %. Además, se duplicó la cantidad de doctores que se reciben anualmente.
En lo que refiere a la masa crítica y su nivel de producción de conocimiento, se registra un crecimiento en todos los indicadores, que demuestra que, aunque en relación al mundo Uruguay tiene pocos investigadores, estos son muy productivos.
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