“Los ingresos de las familias son distintos según dónde vivan. Los departamentos contribuyen distinto a la economía nacional, al desarrollo productivo: hay algunos que aportan en forma sustantiva al sector primario pero hay otros que lo hacen en el sector servicios; hay departamentos donde el índice de competitividad es bajo y otros donde es más alto, y lo mismo pasa con las capacidades educativas o la especialización del conocimiento. Es decir, ese conjunto de disparidades territoriales son las que la descentralización tiene como objetivo reconocer, pero fundamentalmente mitigar y eliminar”, señaló tiempo atrás el director de Descentralización e Inversión Pública de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Pedro Apezteguía.
Esa percepción tiene confirmación en varios indicadores, y los referidos a los ingresos personales son los más elocuentes: hay un Uruguay desigual, que también lo es dentro de cada departamento.
Las personas residentes en Montevideo llegan a tener un nivel de ingresos —promedio— que duplica al de las personas de los departamentos que reciben menos dinero ya sea por salarios, pasividades, transferencias u otras fuentes. Estos datos surgen de cálculos realizados por Búsqueda a partir de los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares de 2016 publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística, que permiten además realizar una comparación de cómo han evolucionado los ingresos de los uruguayos en los últimos 10 años.
Regiones – El mapa de la distribución de los ingresos promedio por persona en 2016 permite identificar cuatro regiones, dos de las cuales presentan situaciones muy similares y las otras dos con resultados más disímiles. En el caso de los departamentos ubicados al suroeste, los residentes de San José, Colonia, Soriano y Flores perciben ingresos per cápita de entre $18.500 y $19.000 mensuales. Si se divide la población en cinco partes relativamente iguales (quintiles) en función de su nivel de ingresos, se observa que en esos departamentos alrededor del 40% de sus habitantes pertenecen a los dos quintiles más “pobres” y aproximadamente 35% se encuentra en los dos superiores. El resto se ubica en el quintil central.
La otra región que presenta datos parecidos entre sus departamentos se ubica al noreste. Los ingresos por persona de Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo, Durazno y Treinta y Tres están por debajo de los del resto del país, y oscilan entre los $12.500 de los arachanes y $15.800 de los duraznenses. Más del 60% de la población de estos departamentos integra los dos quintiles más bajos de ingresos (salvo Durazno, donde el guarismo es apenas menor). Por detrás de Montevideo (con un ingreso promedio de $26.000, el mayor del país) están varios departamentos vecinos o relativamente próximos geográficamente, como Canelones, Florida y Maldonado cuyos habitantes perciben alrededor de $20.000 al mes. En Rocha y Lavalleja el ingreso ronda los $17.000 por persona al mes. La capital es el único departamento con la mayoría de la población en los dos quintiles de mayor ingreso; en Maldonado son 40% de la personas. En Canelones, en tanto, casi un quinto de sus habitantes se reparten en cada quintil de ingresos.
Diez años – De 2006 a 2016 los niveles de desigualdad en Uruguay se redujeron, y ello obedeció a que los ingresos de los quintiles más bajos de la distribución tuvieron una mejora mayor que los del resto.
En ese período los ingresos de los dos quintiles más “pobres” del país se duplicaron en términos reales (descontando la inflación de precios), mientras que el tercer quintil tuvo una mejora de 80%. El incremento fue de 56% para el cuarto quintil y de 32% para el nivel más alto. Esa evolución que se dio en el promedio del país también se constató, en líneas generales, por departamentos. Montevideo fue uno de los que tuvo la menor variación de los ingresos de sus habitantes (mejoraron 40% su poder adquisitivo en 10 años), junto con Cerro Largo (31%). Florida fue el departamento donde más subieron en términos reales los ingresos (83%), seguido por San José y Artigas (algo menos de 80% en ambos casos).
Los cinco departamentos con peor nivel de ingresos (Tacuarembó, Cerro Largo, Treinta y Tres, Rivera y Artigas) son los mismos en ambas mediciones, ya que tuvieron aumentos reales menores a 60% —salvo Artigas—, por debajo de los demás.
La situación de Cerro Largo aparece como la más preocupante luego de estos 10 años. Es que además de ser el departamento con la menor suba de ingresos, también fue el que más aumentó la proporción de su población en los dos quintos inferiores (de 59% en 2006 a 70% en 2016).
Fuente: Búsqueda
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