La Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola participó de las capacitaciones brindadas a los apicultores que ingresarán en febrero de 2018 a los montes forestales de la empresa UPM-FO. Se trata de un convenio firmado, en setiembre en la Rural del Prado, donde además participa la Dirección General de la Granja, Sociedad Apícola Uruguaya y la certificadora PEFC-Uruguay. Dicho acuerdo habilitará el ingreso de apicultores a colmenas ubicadas en montes de UPM y certificará su producción. Apunta a facilitar y organizar el acceso a los predios e incluye un componente de capacitación.
En él se establecen normas para el acceso a los montes y la instalación de apiarios. También apunta a fortalecer las organizaciones de apicultores y alcanzar un mayor provecho social de las áreas destinadas por la empresa a la actividad apícola.
A la fecha ya fueron capacitaron un total de 180 apicultores en diferentes localidades del país. En las capacitaciones desarrolladas se dictó el curso de Buenas Prácticas Apícolas a cargo de técnicos de la DIGEGRA y DILAVE así como un curso sobre prevención de incendios e información para la integración opcional a la certificación del proceso productivo de la actividad apícola, a cargo de PEFC-Uruguay.
En la jornada realizada en Young el presidente de la CHDA Julio Pintos expresó que estos cursos pueden ser vistos como problemas o como oportunidades. “Como problemas porque tenemos más tareas para hacer sobre todo en métodos y registros, pero en realidad nos abren nuevas oportunidades para insertarnos en mercados más competitivos a nivel mundial. La miel tuvo un período de comercialización sin problemas, pero otros competidores se pusieron a tiro de muchas buenas practica que hacíamos en Uruguay y eso nos obliga a seguir mejorando y preparándonos”, aseguró Pintos.
En ese sentido, dijo que ahora se suman las Buenas Prácticas Apícolas y la certificación de las mismas por una empresa internacional (PEFC) y que cuando se abran nuevas ventanas de oportunidad estaremos prontos. Se trata de adelantarnos al futuro y poder ofrecer productos certificados con calidad y con inocuidad.
Asimismo, dijo que los cursos también pueden ser vistos como una apuesta individual o grupal. “Lo que hace cada uno aporta a un todo. Un tanque, diez o cien de miel certificada no hacen la diferencia, pero mil o 5 mil tanques sí. Por eso tenemos que vernos como un gran equipo, el sector apícola en conjunto enfrentando desafíos, generando confianzas entre nosotros, con las empresas que hacemos alianzas estratégicas y con nuestros importadores”, enfatizó.
“El sector tiene fortalezas sobre las que apoyarse. En estos últimos 10 años se ha mantenido el número de productores en unos 3 mil y el número de colmenas en 550mil. Si a eso le sumamos el esfuerzo de la trazabilidad desde la colmena al contenedor, tenemos un camino recorrido y cosas diferentes para ofrecer”, explicó.
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