El 27 de este mes, Andrés Silva cumplirá 26 años y tendrá nueve mundiales encima. Su pasaporte tendrá desde este miércoles el sello de una nueva ciudad: Estambul. Ahí lo espera la 14ª edición del máximo evento de pista cubierta. El nombre de Andrés lleva años repitiéndose en los medios uruguayos y en las páginas de atletismo de América y el mundo. En 2002 hizo su primera incursión mundial en Kingston, capital de Jamaica, donde compitió en 400 metros llanos en el mundial juvenil (sub 20). Fue sexto en su serie con una marca de 48.14. En ese torneo un tal Usain Bolt se impuso en los 200 m con 20.61. Al año siguiente Silva, nacido en Tacuarembó
y formado en Campus de Maldonado por Andrés Barrios, fue campeón mundial de menores (sub 18) en la ciudad canadiense de Sherbrooke. Compitió en octatlón y le dio al atletismo uruguayo el mayor logro de su historia.
Al año siguiente (Grosseto 2004) fue quinto en decatlón ya como juvenil. Otro gran resultado. Pero desde los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 se decantó por los 400 metros llanos. En Moscú 2006 tuvo su primera incursión bajo techo, donde se compite en pistas de 200 metros peraltadas. Terminó 18º y su 47.50 es récord nacional desde entonces. El de Turquía será su cuarto mundial consecutivo indoor. Silva solo corre en pistas de estas clases en estos torneos porque en la región no hay.
Pero todas las experiencias suman. En mayores, la de Berlín 2009, Mundial al aire libre, fue la mejor. Ese año marcó su pasaje definitivo a los 400 vallas. Terminó 13º en una gran figuración.
Dos Juegos Olímpicos y dos Juegos Panamericanos – sin grandes marcas – también forman parte de su currículum.
Este viernes, a la hora 8.20 de Uruguay tendrá una nueva oportunidad. Más temprano correrá también en 400 m, Déborah Rodríguez, quien debutará en este tipo de competencias. Otra que empieza a coleccionar mundiales. – Fuente: elobservador.com.uy
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