China importa el 40 % de los productos alimenticios que necesita su población, con una demanda que crece, lo que constituye una ventana de oportunidades para la industria y la producción nacional, sostuvo el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham. El país asiático cobra aranceles bajos en relación al resto del mundo y compra prácticamente los 120 productos que derivan de los bovinos, añadió.
“A la mayoría de los países exportadores de carne les sucede que China significa casi la mitad de sus colocaciones, lo que indica una realidad global del mercado vacuno. Eso atenúa la preocupación de tener concentrado un volumen alto en un solo mercado”, remarcó Stanham, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional.
El entrevistado señaló que hay bloques que son una fortaleza proteccionista, pero que China es el polo opuesto, porque demanda productos básicos. Esto le genera la necesidad de agilizar el ingreso de muchos proveedores. “Es un mercado que hoy, para alimentos, es muy abierto, porque deben importar el 40 % de los alimentos que consumen. No hablamos de productos sofisticados o embutidos de alto valor, sino productos básicos”, explicó.
El promedio de aranceles que se cobra a los productos cárnicos nacionales es del 11 %, mientras que China impone un 12 %, calificado por Stanham como bajo en relación a lo cobrado por otros países. Tampoco limitan la importación, por lo cual cada kilo de cualquier producto paga el mismo arancel (como ejemplo, recordó que, cuando se exporta a Estados Unidos, lo que se vende por encima del cupo máximo paga un 26 % de arancel). Finalmente, especificó que los chinos adquieren casi todos los 120 productos derivados de los bovinos, debido a los hábitos de consumo de su población.
“Cuando uno ve eso, se pregunta: ¿Qué otro país me ofrece lo mismo? Israel, que tiene 0 % de arancel, es solo para corte delantero y mercado acotado. La cuota Hilton europea es para cortes traseros de alto valor y carne enfriada. Por lo que uno va mirando, ningún país tiene lo que ofrece China y, por eso, termina siendo tan relevante para Uruguay”, subrayó Federico Stanham.
Detalló que Uruguay mantiene abiertos más de 100 mercados para la carne, de los cuales 50 están operativos. Entre ocho y nueve países compran el 96 % de las ventas, pero la disponibilidad de nuestro país permite que “si sucediese un percance abrupto en China, los productos que se colocan en el gigante asiático tienen colocación en otros mercados. Obviamente, si van allí, es porque se paga mejor, pero no quiere decir que nos quedamos sin colocar”, indicó.
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