Un nuevo libro en plaza: “De Curtina a La Haya” de HÉCTOR NUMA MORAES con la colaboración especial de ALFREDO ESCANDE. Este trabajo conjuga la labor de dos prolíficos referentes culturales: uno, Moraes, cantor insigne uruguayo, el otro, Escande, relevante guitarrista, docente e investigador. Pero, quisiera, antes de pasar a lo objetivo: el libro, tomarme el permiso de hablar sobre lo subjetivo, sobre cómo –por caminos muy distintos- conocí a cada uno de de los autores. A Moraes lo conocí personalmente en el 2001. Lo venía escuchando en su programa “La canción nuestra”, en Radio Rural de 0 a 3 de la madrugada. Allí difundía y comentaba sobre el canto uruguayo (y latinoamericano) y sus representantes. Un día con Ezequiel Fascioli (hoy conocido cantor) decidimos ir a visitarlo a la radio.
Nosotros, admiradores de Osiris Rodríguez Castillos, sabíamos de su amistad con Numa, motivo inicial –excusa- para ir a conocerlo; además él había comenzado a grabar un disco integral sobre la obra osiriana. Al llegar a la radio él justo ese día no se encontraba, pero estaba conduciendo el programa el historiador Gonzalo Abella, quien nos recibió amablemente comiendo pizza y figazza, que nos invitó. Nosotros a su vez habíamos ido con las guitarras, y Pablo Viera, operador del programa y gran entusiasta y persona, nos grabó en otro estudio algunos temas que Numa conservará en su archivo (y en mi caso espero jamás los muestre).
A la siguiente visita Numa ya sabía de nosotros y percibió nuestras inquietudes. Así, generosamente, nos invitó a presenciar las sesiones de grabación de ese disco sobre Osiris en “El Estudio” –de Washington Carrasco y Cristina Fernández- en la calle Maldonado. A partir de allí se dio un rico intercambio, y las visitas a la radio eran cada vez más asiduas. Numa nos avisaba cuando iba a grabar y allá íbamos, a compartir con ese excelente guitarrista obras que admirábamos. En una de esas veces nos permitió fotocopiar las partituras de Osiris. A partir de entonces quedó ese vínculo, el que se mantiene a pesar de la distancia y los años.
En el caso de Escande, el contacto fue mucho anterior (alrededor de 1985), pero no por motivos artísticos –lamentablemente- sino escolares. De niño concurrí a los Hermanos Maristas de calle Ellauri, al Colegio Juan Zorrilla de San Martín, en Punta Carretas (Montevideo), y Escande era allí profesor de matemática y computación. Lo tuve en computación, en un pequeño salón en uno de los extremos del primer piso (si mal no recuerdo), hacia Ellauri. Una vez ante preguntas de algún alumno comentó que era guitarrista, yo le comenté que mi padre también tocaba, y –evidentemente- me preguntó qué tocaba, yo le dije que cantaba o algo así… Me quedó aquello, lo del serio profesor de computación guitarrista, que después vi en el canal 5, en “La guitarra y sus intérpretes”. También concurrí a algunas clases que daba, que se llamaban “Consultoría de Matemática”, clases de apoyo a contraturno para los “descarriados” de la materia, las que abandoné por el fútbol. Es una lástima que aquel “profe” no lo haya sido de guitarra, ¿verdad?… Después supe de él por su guitarra y sobre todo por su libro sobre Carlevaro (“Abel Carlevaro. Un nuevo mundo en al guitarra”, 2005, Aguilar-Santillana [Premio Anual de Literatura 2007]), el que me impresionó y a partir del cual tomé contacto con él vía mail, el que mantenemos asiduamente.
Hoy estos dos amigos se conjuntan en el camino, en un libro, como ya lo venían haciendo en el programa “En la tarde del sur” por CX 38 Emisora del Sur (Sodre), todos los miércoles a las 17 horas, difundiendo guitarras.
Pero volviendo al libro, es importante el aporte que este hace a la temática de la música popular, y más concretamente al canto; justamente se subtitula “El canto uruguayo en tiempos turbulentos y después”. No sólo recorre la trayectoria y la vida de uno de sus referentes principales, sino que en ese tránsito también ilustra sobre otros autores e intérpretes nuestros y sobre una etapa de la vida del país, del país “de adentro” –el que tiene límites en los ríos y en la frontera con Brasil- y del “de afuera” –el de la diáspora uruguaya, el exiliado-.
Sería reiterativo y falto de profundidad decir que estos trabajos son necesarios, pero importa decir que es un trabajo hecho con seriedad y rigor, no es una mera sucesión de recuerdos dignos de ser publicados y comprados por el público por estar amparados detrás de una estrella artística. Este libro toca muchas puntas de lo uruguayo, en un sentido actual e histórico, y debe llevar a cuestionarnos sobre nuestra identidad, sobre el valor que se le otorga a nuestro capital artístico. El trabajo salda cuentas con muchos artistas olvidados que Numa reconoce como sus maestros, a los que les sigue rindiendo tributo a pesar de su enorme trayectoria, hecho este no siempre practicado por otros exponentes del canto. A Numa no es necesario preguntarle qué piensa de tal o cuál artista para hacer mención de él, él mismo lo hará espontáneamente porque reconoce de dónde viene y de quiénes aprendió.
Por el relato de Numa y el ordenamiento y las puntuaciones de Escande, al transitar por las páginas del libro, nos enteramos de la infancia del cantor, de su familia, de la idiosincrasia del norte uruguayo, de sus inicios y estudios musicales, de la grabación de su primer disco, de la llegada a Montevideo y los vaivenes sociales que vivió por su militancia hasta su exilio. Nos enteramos de su devenir por aquellos países europeos y su radicación en Holanda, la que le dio la posibilidad de graduarse como músico y proyectar su arte. El difícil desexilio y su labor posterior (discos, presentaciones, radio, docencia, etc.) también están abordados aquí. El propio Escande nos dice (p.16): “… es una exposición – tan ordenada como fue posible- de todos aquellos recuerdos de Numa vinculados a una trayectoria artística tan singular y al mismo tiempo tan interconectada con la de una enorme cantidad de colegas y compañeros suyos… El hilo conductor ha sido ese…”
A su vez el trabajo cuenta con un prólogo de Tomás de Mattos (“Elogio a Numa”) y con un interludio fotográfico de los distintos momentos de vida del artista. Igualmente las imágenes se van sucediendo también a lo largo de la obra para ir ilustrando los distintos hechos. Se agregan testimonios de Miguel Aguirre Bayley, Enrique Estrázulas y Ricardo Comba además de, como decíamos, los apuntes de Escande que va documentando paso a paso el material. Al final detalla la discografía de Moraes, incluyendo aquella en la que participó en discos de otros artistas. Es rescatable también el índice onomástico (de nombres) con que cuenta, ya que esto facilita la tarea de investigadores.
El libro ya se ha presentado en Montevideo, Tacuarembó, Santa Lucía y Durazno. Sobre referentes del canto popular existen ya libros de referencia a Juan Pedro López, Viglietti, Mateo, Zitarrosa, Ross, Ubal, Omar Romano, Néstor Feria, Osiris Rodríguez Castillos, Víctor Lima, Rubén Lena, Sampayo, Washington Benavides, Braulio López…, este se inscribe en esa lista, pero en sus puntos más altos, porque lo hace con calidad y con un perfil integral del artista. Auguramos buena repercusión a este trabajo, el que si bien es un acierto editorial, y por ende comercial, es por sobre todo un acierto cultural, donde a través de la vida de Numa se deja también explícito el devenir y la trascendencia de una de nuestras más importantes disciplinas artísticas: el canto popular.
[Héctor Numa MORAES y Alfredo ESCANDE: “De Curtina a La Haya. El canto uruguayo en tiempos turbulentos y después”. Editorial Planeta. Montevideo. 416 páginas. 24,5 x 16,5 cm. Tapa cuatro tintas con solapa].
*(Mercedes, 1978). Investigador y periodista cultural. Psicólogo. Publicó: “Osiris Rodríguez Castillos, pionero del Canto Popular Uruguayo” (2009). En imprenta: “Aníbal Sampayo y la Canción Litoraleña en el Uruguay” (Paysandú).
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