“Emergencia fue lo que pasó en Dolores, hoy no atravesamos ninguna emergencia social, productiva ni de infraestructura”, dijo el titular de Descentralización de la OPP, Pedro Apezteguía, e informó que hace 10 días transfirieron 2.600 millones de pesos a las intendencias, que podrán usarse para enfrentar los daños por las crecidas. “No hay necesidad de sacar plata de un lado para poner en otro, hay fondos disponibles”, subrayó.
Uruguay no tiene ninguna emergencia social, productiva ni de infraestructura, lo que hay son problemas surgidos por los días sucesivos de tormentas y crecidas de los ríos, que afectaron a algunos departamentos, aclaró Pedro Apezteguía, en diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional. Subrayó el trabajo coordinado que realiza el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae). “Con estas cosas, uno puede ser oportunista, pero también puede ser oportuno”, reflexionó.
Según el jerarca de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, hoy no hay situaciones extremas. “Emergencia fue lo que sucedió en Dolores”, instancia en la cual el Gobierno nacional trabajó para solucionar todos los aspectos. Sin situaciones extremas como la que ocurrió en esa localidad, “hoy podemos trabajar con normalidad, esperar a que baje el agua, evaluar los daños y ver cómo podemos solucionarlos, pero tenemos la tranquilidad de que los fondos están disponibles, “no tenemos que andar sacando plata de acá para ponerla allá, ni nosotros ni cada una de las intendencias, porque hay dineros disponibles para las prioridades”, agregó.
En ese sentido, informó que desde el 10 de enero las intendencias tienen acreditados 2.600 millones de pesos para llevar adelante sus planes de obra, mantenimiento de caminería y demás. Al respecto, lamentó que, al cierre de 2018, el 28 % del total asignado a las intendencias no hubiera sido ejecutado. “Quedaríamos encantados si hubiese que reforzar fondos porque se gastó más de lo asignado, pero, en general, nuestra preocupación es la inversa”.
“La plata que no se utiliza son obras que se atrasan, son déficit de obras que preocupan, porque nosotros queremos que se ejecute el total de lo que se transfiere, para que la producción y los vecinos disfruten de las obras lo antes posible; no es lo mismo hacer una obra en enero de un año que en diciembre. Además, las obras en caminería previenen daños futuros”, concluyó.
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