La estancia se llama Ramada y está ubicada en el municipio de Jataúba, en el Estado brasileño de Pernambuco. Fue ocupada hace tres años por un grupo de militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), pero a pesar de eso a finales de 2011 fue vendida a un importante empresario textil. Este conflicto por la tierra en Brasil se cobró una víctima mortal: el viernes 23 de marzo fue asesinado en una emboscada el trabajador rural Antônio Tiningo, uno de los principales referentes de la ocupación del MST.
Según información divulgada por el MST en su sitio de Internet, el hacendado que adquirió las tierras cuenta con varias propiedades más en Pernambuco, y en varias oportunidades quiso expulsar ilegalmente a las familias que estaban en el campamento. El dato más curioso es que pretendía efectuar estos desalojos sin órdenes judiciales de por medio, y sin el consentimiento de las autoridades policiales o estaduales.
Por otra parte, de acuerdo a lo denunciado por el MST, Antônio Tiningo había recibido sendas amenazas de muerte, pero esas advertencias no fueron tenidas en cuenta por las autoridades.
“El asesinato de Antônio Tiningo es consecuencia de la omisión del Estado en relación a la violencia y la impunidad del latifundio”, señalan desde el MST, a través de un documento divulgado esta semana. En lugares como Pernambuco, según la organización brasileña, los poderes públicos locales mantienen una “estrecha relación” con los propietarios de la tierra.
Las noticias de asesinatos en el campo brasileño son, lamentablemente, cada vez más frecuentes. Según informó esta semana el portal de la Comisión Pastoral de la Tierra, tres integrantes del Movimiento de Liberación de los Sin Tierra (MLST) fueron encontrados muertos con un tiro en la cabeza al costado de una ruta, a unos 40 kilómetros de Uberlândia, en el Estado de Minas Gerais. – Fuente: Radio Mundo Real (Red Eco)
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