De simple poesía y profunda belleza, la reconocida canción “La Oma” ha sido interpretada a través de los años por varios artistas del repertorio folclórico argentino. Pero detrás de esta copla, cuya fama la ha llevado a ser reconocida como el himno chaqueño, se esconde la historia de una verdadera mujer que vivió y trabajó aquellas tierras de nuestro país.
La Oma que inspira esta canción fue una mujer llamada Marta Hoffner, hija de inmigrantes alemanes que llegaron a América en busca de un futuro más próspero y escapando de las injusticias de la guerra.
Marta Hoffner nació en Brasil, el 12 de octubre de 1907. Fue la quinta hija de un matrimonio alemán que se instaló en la colonia suizo-alemana, Santa Catalina, establecida al sur de Brasil. Ya en su juventud, la joven Marta conoció a quien sería su compañero, Armando Rabe, un joven alemán que llegaba de Europa con su familia en busca de trabajo y paz. Sin embargo, la familia de Rabe no permaneció mucho tiempo en Brasil y, en busca de mejores tierras, se trasladaron hacia los países limítrofes. Primero incursionaron en Uruguay y luego, finalmente, se instalaron en la localidad de San Bernardo, en la provincia de Chaco.
Dos años después de que Marta y Armando se vieran obligados a separarse por la distancia, la pareja volvió a encontrarse cuando Marta decidió dejar Brasil e instalarse también en la provincia chaqueña. La pareja entonces se asentó en los campos argentinos y tuvieron tres hijos, dos mujeres, Ana y Gerda y un varón, Martín.
Marta adoptó el sobrenombre de “Oma” ya de mayor, puesto que significa “abuela” en alemán. Debajo de sus arrugas y de la piel curtida de trabajar bajo el sol, La Oma escondía sus rasgos áridos, su piel blanca y sus ojos azules y transparentes. Además de criar a sus tres hijos, trabajaba arduamente la tierra de sol a sol. En el monte chaqueño, el matrimonio cultivaba algodón y criaba vacas, aves de corral, gallinas y chivos.
En los años 50, Armando Rabe se separa de Marta y se instala en la provincia de Buenos Aires, junto con su hijo Martín. Las hijas de La Oma también abandonan el hogar años después, cuando Ana se muda a Estados Unidos y Gerda se instala en la ciudad, lejos del monte chaqueño.
Así, en su rancho de adobe, rodeado del infinito e inhóspito monte, La Oma pasaba su vida sola, con la única compañía de su loro, Pedro.
En el año 1975, el grupo folclórico “Los Altamirano“, compuesto por los hermanos Daniel, Julio y Mario son invitados a la provincia de Chaco y recibidos por el doctor Esteban Alejandro Mauro, para quien trabajaba la hija de Marta, Gerda. Para agasajar a los invitados, Mauro le pide a “La Oma” que prepare un chivito y es así como se da el encuentro que marcaría el nacimiento de una de las canciones más famosas de la Argentina.
Daniel Altamirano se vio fascinado e inspirado por la vida de esta mujer luchadora y solitaria y compuso la poesía “La Oma“, a la cual, años más tarde, el trío San Javier le añadiría el ritmo de chamamé y finalmente, en 1977, “La Oma” se estrenaría bajo la interpretación de “Los 4 de Córdoba” con un éxito rotundo.
En los versos de La Oma, se cuenta la historia de la mujer de campo, trabajadora que carga con una familia y lucha a la par de su hombre cultivando la tierra, por lo que no es difícil imaginar el porqué de la aceptación masiva del público.
El 19 de noviembre de 1994, Marta Hoffner, La Oma, fallece a la edad de 87 años y sus restos se encuentran en el cementerio de San Bernardo, en Chaco.
Extraído de razafolklorica.com
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Daniel Altamirano: La Oma: https://www.youtube.com/watch?v=g49ul6Us6n4
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LA OMA – Chamamé
Letra: Daniel Altamirano
Musica: Pedro Favini
La Oma es una mujer
de setenta y pico de años
vive en el norte chaqueño
cerquita de San Bernardo.
Tiene los ojos azules
como el agua de los mares
porque vino de muy lejos
y al rio le dio su sangre.
Hay que entrar por las picadas
para llegar a su rancho
de barro y apuntalao
con quebracho colorao
lleno de árboles el patio
y herramientas de trabajo
una volanta, un arao
y el paisaje de su Chaco.
La Oma es feliz con poco
digamos mejor con nada
la Oma era rubia y se ve
que era linda alemana.
Que sola que esta la Oma
pero ella no piensa en nada
como pensar en la muerte
si la Oma es como un hada.
En su ranchito de barro
calienta a leña su pava
conversa con su lorito
que es con el único que habla.
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