La ministra de Medio Ambiente, Eneida de León, presentó el compromiso de Uruguay de restaurar, antes de 2030, 200.000 hectáreas de bosques degradados y deforestados. El anuncio fue realizado en Cuba, durante la conferencia “Desafío Bonn Latinoamérica 2019, iniciativa lanzada en 2011 que propone la restauración, a nivel mundial, de 150 millones de hectáreas de bosques.
La reunión Desafío Bonn Latinoamérica 2019 se centró en la discusión “La restauración de paisajes como proceso de adaptación al cambio climático”. Se trata de un compromiso global lanzado en 2011 que pretende restaurar, para 2020, 150 millones de hectáreas de bosques degradados y deforestados.
Según informa el portal institucional del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, la ministra Eneida de León fue partícipe del encuentro desarrollado en La Habana, Cuba, los días 12 y 13 de junio.
“Nuestras acciones, hoy, están fundamentalmente desarrolladas a la plantación de monte nativo (…), fundamentalmente recuperar la biodiversidad (…), considerada en nuestro país uno de los temas más graves. Estamos trabajando muchísimo en eso con la academia para lograr recuperar especies de todo tipo”, aseguró.
Uruguay se compromete a restaurar 200.000 hectáreas a 2030. El involucramiento con el Desafío Bonn incluye el Programa Nacional de Restauración, que abarca la evaluación de oportunidades de restauración y el desarrollo de acciones en las cuencas prioritarias: la del Santa Lucía, la de la Laguna del Sauce y la del río Negro.
El país trabajará con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza a fin de cumplir con su compromiso y difundirlo. De León recordó que el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y otras acciones que se desarrollan en el marco de la gestión marino-costera pretenden conservar, restaurar y gestionar los ecosistemas y paisajes terrestres para reducir la pérdida de la biodiversidad y asegurar sus servicios ecosistémicos.
Es importante proteger y restaurar la integridad ecológica de los ecosistemas hídricos y las áreas vegetativas de las cuencas prioritarias para poder hacer énfasis en el mantenimiento de la cantidad y la calidad del agua, dijo.
Agregó que el país también intenta disminuir la vulnerabilidad ante la incidencia y la variabilidad del clima en zonas fluviales, costeras y marinas, mediante acciones de adaptación, para minimizar daños y pérdidas. Con este objetivo se promueven sistemas de producción agropecuaria que impliquen mayor capacidad de adaptación y resistencia a la variabilidad del clima.
El cumplimiento y la voluntad de Uruguay con el Desafío Bonn contribuyen al logro de múltiples objetivos nacionales e internacionales, incluidas las obligaciones que surgen de las Convenciones de Río, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030, el Plan Ambiental Nacional para el Desarrollo Sostenible, la Política Nacional de Cambio Climático, el Plan Nacional de Aguas, la Estrategia de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad y la Estrategia de Bosque Nativo.
El Desafío Bonn fue creado como apoyo a la implementación de diferentes compromisos internacionales existentes, como los del Programa para la Reducción de Emisiones causadas por la Deforestación y la Degradación Forestal (REDD+), bajo la Convención Macro de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y las Metas de Aichi del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Los objetivos planteados para este intercambio se basan en compartir las experiencias nacionales en el proceso de restauración de los paisajes, promover la restauración de ecosistemas, consolidar compromisos para la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible y establecer acciones coordinadas entre países.
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