La clase media se incrementó un 13% en Uruguay entre 1995 y fines de 2018, lo cual implica que más de 660.000 personas pasaron a integrar ese grupo social en ese lapso, según detalla el proyecto de ley de Rendición de Cuentas y Balance de Ejecución Presupuestal del año pasado presentado en el Parlamento. Ese incremento permitió consolidar esa franja social en términos económicos, educativos y laborales.
Según el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, Uruguay no solo cuenta en el presente con una mayor cantidad de población en la clase media respecto de 2004, sino que también esta se ha consolidado, tanto si se toman en cuenta dimensiones económicas, educativas como de mercado laboral.
El documento presentado en el Parlamento explica que se toma el concepto de clase media definido por el Banco Mundial, el cual indica que la integran quienes en 2018 tenían ingresos diarios de 70 dólares, mientras que en el caso de hogares de cuatro integrantes ese valor es de 233.000 pesos mensuales.
El 74,1 % de las personas pertenecientes a la clase media eran en 2004 trabajadores formales, mientras que en 2018 ese porcentaje se ubicó en el 80,8 %, según el capítulo V, “Informe social”. También el porcentaje de quienes contaban con estudios terciarios y técnicos fue más alto dentro de la clase media en 2018 que en 2004, pues la relación fue de 33,1 % a 37,4 %, lo cual muestra una mayor acumulación de capital humano por el estrato medio de la población.
En otro tramo, el proyecto de ley señala que la pobreza disminuyó al 8,1 % de la población uruguaya en 2018. En ese sentido, en 2006, de cada 1.000 personas, 325 no superaban el ingreso mínimo para cubrir el conjunto de bienes y servicios básicos para no ser considerados pobres, cifra que en 2018 descendió a 81. No obstante, los niños son los más afectados por la pobreza, que llega en esa franja etaria al 17,2 % del total, mientras que en el otro extremo se encuentran los adultos mayores, para los que este índice se ubica en el 1,4 %.
Por su parte, la proporción de población vulnerable y pobre se redujo significativamente a lo largo del periodo de estudio, en 17 puntos porcentuales, lo cual implica que un poco más de 480.000 personas dejaran de pertenecer a la clase baja. El proyecto de ley de Rendición de Cuentas destaca que se podría deducir que el crecimiento de la clase media se debe prácticamente a un proceso de movilidad económica ascendente desde la clase baja.
En particular, la fuerte reducción de la pobreza ubica a Uruguay como el país con menor proporción de personas pobres y la mayor de personas con ingresos medios de América Latina.
Así, el proyecto expresa que eso conlleva el desafío de lograr que las personas consoliden la posición en términos de bienestar, educación, salud, entre otros, de modo de reducir su vulnerabilidad a caer otra vez en la pobreza ante impactos económicos desfavorables, ya sea en su situación individual como en la economía en su conjunto.
La indigencia, comprendida como el porcentaje de personas que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas alimentarias, también descendió al 0,1 % de la población el año pasado, mientras que en 2006 era del 2,5 % de la población.
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