Un hombre mayor de 70 años tenía un aneurisma abdominal aórtico: la aorta es el principal vaso sanguíneo y va del corazón a la pelvis; un aneurisma ocurre cuando la arteria se agranda de manera anormal. Por eso, el hombre tenía prohibido hacer fuerza, pero como se había quedado sin casa, se vio obligado a edificar en un terreno, y eso causó que se le rompieron el aneurisma, que es “un evento extremadamente grave que lleva a la muerte”, informó a la diaria Álvaro Villar, director del Maciel.
La gravedad de la situación no permitía hacer un traslado terrestre ni aéreo del paciente. Entonces, en coordinación con el Hospital de Tacuarembó y el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME 105) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, un equipo del Maciel se trasladó en un helicóptero de la Fuerza Aérea para operarlo.
El equipo fue dirigido por el cirujano vascular Juan Martín, y se integró con otros dos cirujanos, dos anestesistas y una instrumentista quirúrgica. Viajaron a las 21.00 del lunes 12, la cirugía comenzó a las 23.00 y duró una hora y diez minutos, informó Villar. Se le hizo una prótesis de aorta por vía endovascular; la cirugía fue exitosa, “se logró la reperfusión, que volviera a circular la sangre normalmente y resolver la rotura del aneurisma”, explicó.
Villar remarcó que el Hospital de Tacuarembó, que está en proceso de ser un instituto de medicina altamente especializada en cardiología, contaba con el equipamiento necesario para hacer la cirugía: un equipo de radiología llamado Arco en C, un buen CTI y un buen banco de sangre.
Agregó que se trata de una cirugía muy compleja, que lleva años de experiencia. “Esta cirugía duró 20 años, no una hora y diez”, porque Martín tuvo que estar 20 años haciendo este tipo de intervenciones. Según Villar, este modelo de complementación es “interesante” porque posibilitó operar en el norte del país a un paciente que no podía ser trasladado.
Extraído de ladiaria.com.uy
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