La segunda planta de UPM en Uruguay, cuyo proyecto superó las exigencias ambientales más severas, generará más de 8.000 empleos y su producción aportará dos puntos porcentuales al producto interno bruto y una recaudación tributaria de entre 120 y 170 millones de dólares anuales. La inversión de la empresa finlandesa en la nueva fábrica de celulosa y en la infraestructura asociada superará los 4.000 millones de dólares.
El Gobierno nacional se dirigió este viernes 9 a la población, a través de una emisión simultánea por radio y televisión para informar detalles de la futura segunda fábrica de celulosa en Uruguay confirmada por la empresa finlandesa UPM, por instalarse en el departamento de Durazno. Resultará la inversión más grande recibida por este país en su historia.
Este emprendimiento posibilitará incrementar de forma permanente el producto interno bruto de Uruguay en dos puntos porcentuales y recaudar por tributos entre 120 y 170 millones de dólares por año. Una vez en funcionamiento, empleará más de 8.000 personas, con remuneraciones adicionales por más de 200 millones de dólares.
El lugar elegido para la fábrica, el centro del país y a orillas del río Negro, procura el fin de lograr un desarrollo de igualdad territorial donde se registra el menor desarrollo relativo en términos de bienestar. En Durazno, donde se levantará, y en los vecinos departamentos de Florida, Cerro Largo y Tacuarembó, se incrementará el producto por persona entre 10 % y 15 %; habrá un desarrollo adyacente a la vía férrea y se fortalecerá la cadena forestal-maderera y se diversificará la producción.
La recaudación tributaria que aportará este nuevo proyecto de UPM se situará entre 120 y 170 millones de dólares anuales.
En cuanto a las inversiones que la empresa realiza en el país, se destacan los 2.700 millones de dólares correspondientes a la fábrica de celulosa, los 280 millones para construcciones portuarias, 70 millones en instalaciones en Paso de los Toros y 7 millones en saneamiento para esa ciudad de Tacuarembó.
A ello se sumarán unos 1.000 millones de dólares destinados a plantaciones forestales, maquinaria y otras inversiones conexas para los primeros 30 años de producción, 34,5 millones para el Fondo de Innovación Sectorial, 3,5 millones en la Iniciativa Río Negro, 1,5 millones para capacitación y 2 millones de inversión en viviendas temporales, es decir, la planta de celulosa en zona franca más las inversiones asociadas superarán los 4.000 millones de dólares.
En tanto, los compromisos asumidos por Uruguay en infraestructura incluyen el Ferrocarril Central, con la rehabilitación de la línea férrea que une Montevideo con Paso de los Toros mediante la participación público-privada, la profundización del dragado del puerto de Montevideo para permitir el ingreso de buques de mayor calado y la construcción de un viaducto en la rambla portuaria, además de rutas y puentes para la circulación de camiones de gran porte.
En materia de infraestructura energética, el informe transmitido por radio y televisión indicó que se prevé la compra-venta de excedentes de energía entre UTE y UPM por las próximas dos décadas hasta de un teravatio/hora por año, lo que contribuirá a la consolidación de la matriz energética en base a energías renovables.
La empresa recibe beneficios tributarios contenidos en la Ley de Promoción de Inversiones y los de la Ley de Zonas Francas, con una autorización de explotación por 30 años y el cobro por parte del Estado de un canon anual de 7 millones de dólares por los primeros 20 años y de 3,5 millones de dólares por los 10 siguientes. No se le otorgó exoneración total ni parcial del Impuesto al Patrimonio.
Más adelante, el informe señala que el proyecto incidirá notoriamente en la creación de empleo de buena calidad, tanto para la construcción de la planta como en la operativa posterior. El Gobierno, UPM, la Cámara de la Construcción, la Cámara Metalúrgica y la central sindical PIT-CNT firmaron el 12 de setiembre de 2017 un acuerdo marco en el área laboral, mediante el cual reconocieron el diálogo social y la negociación colectiva como los mejores instrumentos de trabajo.
En materia ambiental, UPM hizo frente para esta inversión a la autorización más exigente existente en la materia en Uruguay, como la inclusión de siete nuevos parámetros y de mayor exigencia en los valores de todos los analizados con relación a las anteriores plantas de celulosa, como la primera de la firma finlandesa, ubicada en Fray Bentos, y Montes del Plata, en Conchillas, departamento de Colonia.
También se incorpora el requerimiento de un caudal mínimo de agua del río Negro, exigido fundamentalmente para asegurar la preservación del ecosistema y mejorar incluso su situación actual.
La normativa general le impone límites a 13 parámetros de vertidos de efluentes, ocho por cada fuente de emisión de aire. Se deberá, además, monitorear la calidad del río en cinco puntos y realizar estudios de sedimentos y biota acuática. Para controlar la calidad del aire, habrá tres estaciones de monitoreo. Se incorporan niveles de exigencia en los rangos más estrictos de las referencias establecidas según normas internacionales.
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