Los casos de embarazos no planificados de adolescentes de entre 15 y 19 años consolidaron su descenso en los últimos cuatro años. En 2018, registraron su mínimo histórico: 36 nacimientos por 1.000 jóvenes. De esta forma, se superó la meta de 2020 de 48 por 1.000 jóvenes.
Las autoridades sanitarias basan esta mejora en las políticas sociales y sanitarias desplegadas, que incluyen el amplio acceso a métodos anticonceptivos.
El uso de métodos anticonceptivos eficientes y seguros, como la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU) o un implante subdérmico, incidieron en favor de la prevención del embarazo no planificado o no intencional entre adolescentes, explicó el ministro interino de Salud Pública, Jorge Quian, durante la presentación del mapa de ruta diseñado para el abordaje coordinado de esta temática con énfasis en menores de 15 años, el sector con mayores dificultades para reducir esta cifra.
Los datos divulgados este jueves 26 indican que Uruguay disminuyó la cantidad de los referidos nacimientos en los últimos cuatro años. En 2014 se registró una tasa de 58 nacimientos por 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años.
En 2018, fue de 36 nacimientos por 1.000 mujeres, el menor registro de la historia, incluso mejor que el propuesto como meta para 2020, que era 48 por 1.000, lo que interrumpió diez años de estabilidad del indicador a nivel nacional.
En las menores de 15 años, la tasa era de 1,3 por 1.000 en 2014 y actualmente es de 0,6 por 1.000, aunque los expertos consideran que en algunos departamentos esta cifra llega a 1,8. Lo mismo sucede en algunos territorios con la fecundidad de las jóvenes de entre 15 y 19 años, detalló la responsable del Área Programática Adolescencia y Juventud del Ministerio de Salud Pública, Silvia Graña.
Según señaló, son especialmente preocupantes los casos de más pequeñas, ya que muchas veces coinciden con abuso y violencia.
La actividad, realizada el jueves 26 en la sede de la secretaría de Estado, se incluye entre las acciones por el Día Mundial de la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes. También fue presentada una campaña de difusión al respecto. Participaron autoridades de las instituciones involucradas, como la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el Consejo de Educación Secundaria (CES), el Instituto Nacional de la Juventud (INJU) y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
Quian recordó que esta reducción es parte de la estrategia trazada en el marco de los objetivos sanitarios y los 15 problemas priorizados. La planificación incluye fomento de la educación sexual, legislación y servicios de salud. “El descenso en las cifras nos estimula a seguir por ese camino. Un embarazo no deseado en esas edades significa muchas veces dejar la escuela, el liceo o el trabajo, condicionar la vida de la mujer y del recién nacido, ya que tienen más probabilidad de ser prematuros”, relató.
También dijo que es fundamental avanzar en cuanto a la reducción de la cantidad de segundos embarazos no intencionales, lo que implica que la adolescente pueda salir de alta tras el nacimiento de su primer hijo con un método anticonceptivo efectivo que no dependa de si recuerda o no tomar pastillas o de la utilización de métodos de barrera.
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