Fue fundado el 13 de mayo de 1946. El gestor de esta importante iniciativa fue el Dr. Camilo Pasturino, quien, secundado eficazmente por los señores Juan Ángel Ríos, Washington Puentes Chiesa, Willy Briz, Miguel Aldabe y Alcides Ferráz, lograron sacar adelante la empresa. La fundación de este club vino a llenar una sentida necesidad en Tacuarembó, ya que, por ser éste precisamente el Departamento más grande de la República, debía de ser por lógica, uno de los más beneficiados con el transporte aéreo. La primera Comisión Directiva de la entidad se constituyó con el Dr. Pasturino como Presidente, Washington Puentes Chiesa como Vice, Willy Briz, Secretario General; Alcides Ferráz, Contador y como vocales los Sres. Ambrosio A. Colombo, Miguel Aldabe y Carlos Ferreira.
El primer año de vida del Aero Club Tacuarembó adquirió tres aviones: un Piper, bautizado con el nombre “Valle Edén”, otro biplaza de 65 HP y un tercero de 100 HP. Se construyó, además, un hangar con capacidad para 10 máquinas y una magnifica sede social, con teléfono, radio, calefacción y servicios higiénicos para damas y caballeros. Un excelente aeródromo situado tan sólo a 2 kilómetros y medio de la ciudad y con carretera sobre su propia entrada, sirve de campo para el desarrollo de sus actividades.
Infinidad de alumnos han logrado brevetarse como pilotos “amateurs”, entre otros y de los primeros: el Dr. Camilo Pasturino, Martín Pasturino, Raúl Pazos, Miguel Aldabe, Manuel Echenagusía, Eduardo Sánchez, Oreste Vidal, Willy Briz, Vital Menéndez y Juan Ángel Ríos. Más de 100 pilotos se han formado en sus filas.
Pero el Aero Club Tacuarembó no se ha limitado a utilizar el avión como simple deporte, sino que también lo ha puesto al servicio de la sociedad, al cumplir permanentemente con misiones sanitarias que han hecho posible la salvación de muchísimas vidas y el alivio de enfermos que, por falta de comunicaciones, carecían de los elementos más indispensables para su recuperación. Posteriormente a este primer período de gran actividad en lo deportivo y en la formación de pilotos, el Aero Club Tacuarembó continúo desarrollándose en forma promisoria, al dedicarse al traslado de enfermos y pasajeros. Esto trajo como consecuencia la necesidad de adquirir nuevos aviones. Llegaron así los CX, AIE, AKX, AJY, AKT y AHÍ, todos ellos Piper, que han ido formando su pequeña flota aérea. Puede decirse que fue el Aero Club de los aviones maca Piper. En forma simultánea y particular, varios pilotos y vecinos adquirieron aviones para su uso personal, deportivo o de trabajo, con lo que han operado alrededor de 25 aviones en la órbita del A.C.T.
Las Comisiones Directivas posteriores a aquella de formación del A. Club, fueron presididas por don Bernardo Sánchez, Cantalicio Cardozo, Washington Busconi, Miguel Luque, Martín Pasturino y Abayubá Valdéz. Los instructores que han prestado sus servicios al A. C. fueron por su orden: Américo Gambado, José Escursel, Aníbal Rabellino, C. Ortiz, M. García y Pompilio Ferrando. Los mecánicos que tuvieron a su cargo el mantenimiento y reparación de los aviones fueron: Luis Marco, Aroldo Díaz y José P. Valerio.
Dada la necesidad y cada vez mayor exigencia del traslado de enfermos de la campaña, como así también a Montevideo para su asistencia, se integró en el Aero Club una Comisión para trabajar en pro de la adquisición de un avión Ambulancia, que llenara ese tan importante cometido. De esta manera y por coleta popular, se adquirió un avión marca Cessna Modelo 170 A cuadriplaza, con la condición de ser cómo para el enfermo y “campero”, para el traslado de todas las zonas de nuestra campaña. Este avión ha cumplido con creces su cometido, pues hasta el presente sigue volando con esa función, sin haber tenido accidente alguno en su historia de 23 años y miles de horas de vuelo por todos los campos de la República e incluso con enfermos a Brasil y de Brasil a Montevideo. Este avión ambulancia se pasó a propiedad de la Intendencia Municipal de Tacuarembó en el año 1956 (fue adquirido en 1951) porque a la Comisión administradora le resultaba imposible mantener el avión con gastos de nafta y reparaciones, muy costosas y la mayoría de los traslados tenían que hacerse sin cobrar, por tratarse de gente muy pobre. Se consideró que la Intendencia Municipal, aparte de poder solventar todos estos gastos, era en realidad quien representaba mejor el pueblo. Realmente jamás fue negado a los pedidos hechos a través de la policía, Hospital, Centro de Salud o particulares en general. Salvo muy raras excepciones, todos los vuelos se han hecho absolutamente gratis.
Actualmente el Aero Club Tacuarembó, pese a la enorme dificultad con que tropieza, debido a los altos valores de la nafta, lubricantes y repuestos para el mantenimiento de las máquinas, sigue desarrollándose como entidad muy importante en el ámbito departamental.
De “TACUAREMBO, apuntes para una historia de sus Instituciones” – Autor: DARDO RAMOS – Editorial “Informaciones” (17 de junio de 1976)
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